- Sofía, no es que quiera meterme en tus asuntos, pero...
- Entonces no te metas.
Esteban se detuvo junto al escritorio de Sofía un momento, dudando si insistir o no. Ella mantenía la vista fija en su computador y tomaba notas, ignorándolo, mientras de vez en cuando le daba una que otra mordida a un sandwich.
- Oye, deja ya ese asunto del ruso en paz. Deja que otro haga esa investigación.
- ...
- Estás demasiado involucrada. Todos lo comentan.
- Me alegro.
- ¿Te alegras?
- Me alegro de que estén tan desocupados que les alcance el tiempo para chismear. Yo estoy bastante ocupada acá, así es que si me permites...
- Oye, estamos preocupados por ti. No queremos que esto te perjudique nuevamente.
Sofía acabó por mirarlo a la cara y dejar el lápiz de lado.
- ¿Tú estás preocupado por mí?
- ¿Yo? Sí. Claro que sí.
- Pero no tan preocupado como cuando me viste en el baile
- ¿Sigues enojada porque lo informé? ¿Acaso tú hubieses hecho algo diferente?
Sofía no respondió y volvió a mirar su pantalla.
- ... Oye, sí estoy preocupado por ti. No eres ni por lejos la más simpática del cuartel, pero eres una de las mejores y no me gustaría que tu carrera ...
- A ver, ya, para, por favor. En primer lugar, ¿por qué me hablas?
- ... No sé - dijo, Esteban, encogiéndose de hombros - Tal vez es sentimiento de culpa. Además, aunque eres harto pesada, me caes bien.
- Sentimiento de culpa...
- Sí. Aunque ni siquiera sé si valga la pena, porque a final de cuentas no demoraste nada en subir de rango otra vez.
Sofía se quedó pensando un momento, evaluando las palabras de Esteban.
- Muy bien. Me quieres ayudar, ¿verdad?
- Si puedo, claro que sí
- Entonces no me des más charlas. Para tu tranquilidad y la de todos los que de pronto se sienten preocupados por mí, tengo el permiso del prefecto para continuar esta investigación.
- ¿Ah, sí? Oh. Qué bien
- Ven, siéntate acá. Tal vez seas de alguna utilidad, después de todo. Mira, ¿ubicas a este sujeto?
Esteban, ya sentado a su lado y tras acomodarse las gafas, miró la fotografía con detención. Tras un breve examen, negó con la cabeza
- No, ni idea.
- Su nombre es Bruno Carrizo. Es oficial de Interpol y está trabajando de encubierto en Latinoamérica. Ha desarticulado hasta ahora 13 células del FRI exitosamente.
- ¿Cómo?
- Como seguramente ya sabes, cada célula del frente revolucionario de izquierda trabaja de manera independiente. Suben información a sitios de internet desde lugares públicos escogidos al azar para coordinar ciertas actividades o discutir directrices. Al no tener datos de los integrantes ni la ubicación de las otras células, se aseguran de mantener la seguridad del movimiento si un miembro de la célula cae. Esta estrategia ha hecho particularmente difícil la detección de los cabecillas. Pero Carrizo ha encontrado una manera sencilla de detectar varias de ellas. Se hace pasar por revolucionario dentro de algunas células inactivas, como la argentina y la chilena, y entre ambas saca información. Tiene un contacto especialmente útil: Estela Montenegro, quien es uno de los enlaces "durmientes", como les llaman, porque no se involucra directamente, sólo pasa información.
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El caso 22
Storie d'amoreUna joven detective es enviada a investigar un caso de espionaje internacional, pero nada es lo que parece. El sospechoso, un joven y atractivo violinista, da vuelta su mundo al revés, obligándola a revisar su propia historia y a lidiar con el deseo...