Falacia de amor [RenMasa]

Capítulo I: "Ilusa ilusión"

Capítulo I: "Ilusa ilusión"

Narra Hijirikawa Masato

¿Por qué es tan difícil tener que aceptar que nunca habrá un "nosotros"? Desde hace mucho tiempo que entre tú y yo simplemente hay una relación física y nada más, me duele tanto tener que aceptar la dura realidad. Los momentos en que me tratas amablemente me hacen sentir tan especial que me hacían pensar que me amabas, pero siempre terminabas destruyendo esas muestras de afecto tan significativas en mi vida con un simple "aléjate" o "eres molesto". Resulta que para ti es un juego más, en el cual las reglas se van forjando conforme esto va avanzando.

¿Qué hago para dejar de sufrir? ¿Cómo hago para que mis lágrimas dejen de surgir? Varios intentos y ningún resultado. Aquella victoria que poco a poco voy olvidando, ¿por qué? ¿Por qué no me rindo si sé que solo me hace daño? Sé que mi corazón llora, sé que sufre e intenta sonreír, incluso ansía decirme lo doloroso que es todo esto; sin embargo, aunque logre escucharlo, no encuentro la manera de poder ayudarlo; susurros en mi cabeza me atormentan día a día, ¿qué intenta decirme? ¿Acaso es mi corazón llorando? Todas las noches tratando de sentir tus brazos rodeando mi cintura en un cálido y protector abrazo, en el cual demuestres lo mucho que te importo, ese simple pensamiento se desanima al reconocer que nunca sucederá. Si bien, espero que llegue el momento en el que pueda abrazarte sin ese temor a perderte.

Por favor, date cuenta que este sentimiento por ti es lo mejor que puedo ofrecerte. Sé que tú te fijas en un bonito rostro, aunque me molesta en la forma en la que les sonríes, les hablas y les coqueteas a ellas, no puedo reclamar nada, pues no es como si fuéramos algo más que amigos sexuales. Mentiría si dijera que no quisiera ser la única persona al que le muestres esas acciones, también desearía ser la razón de tus hermosas sonrisas.

Ahora me encuentro con la persona que más amo, no creo que sea correcto llamarlo "hacer el amor" por lo que siempre le decimos "sexo". ¿Por qué? Esa respuesta es simple, porque ninguno de los dos siente lo mismo. Aunque últimamente mi celo se ha estado adelantando, él me ayuda mucho en esos instantes; sin embargo, al día siguiente me hace tomar pastillas anticonceptivas.

Entiendo perfectamente lo que no quiere hacer, embarazarme. Pero...no me molestaría tener un bebé de él; no obstante, no pretendo que esa sea la razón por la que se quede conmigo. No quisiera que aquel pequeño vea esto que ahora yo estoy viviendo.

Aunque...ahora solamente puedo concentrarme en sus grandes manos acariciando mi piel mientras siento como su miembro llega hasta el fondo de mis entrañas, dejando un ligero calor en aquellos lugares donde éste se posa. Qué bien se siente ser tomado por él. Incluso cuando aquellos ojos azules claro bien parecidos al cielo cuando está completamente despejado, sin las blancas nubes, ni los pájaros volando libremente. Quisiera que siempre me vieran solamente a mí.

Su cuerpo comenzó a moverse, por lo que sentía que dentro de mí se hubiese desatado un infierno, aquellas embestidas tan salvajes que me dejaban casi sin aliento. Y ese delicioso olor a chocolate se mezclaba con su característica fragancia masculina.

Jadeaba y gemía su nombre mientras enterraba mis uñas en su ancha espalda, tratando de marcarlo lo más que podía. Intentó callar mis gritos para que nadie supiera lo que estábamos haciendo, juntando sus labios con los míos en un beso muy demandante de pasión. No me negué, mi omega interno exigía estar unido completamente a él, por lo que rodeé su cuello con mis brazos para que la distancia que nos separaba fuera nula.

Ya no podía más, sentía como iba a correrme y supuse que Ren también. No aguanté más y llegué al éxtasis de este acto junto con él. Jinguji se corrió dentro de mí, y yo manchando el pecho de ambos. Me sentí un poco avergonzado pero, sin esperar más, se levantó lejos de la cama y, sin decir palabra alguna, se metió a bañar, dejándome solo en esa fría cama.