Capítulo XIII: "¿Por qué te alejas?"
Desperté con los rayos del sol, los cuales daban directamente a mi rostro. Para mi suerte, había escondido todas las pruebas que comprobaban que estaba en cinta, tanto los exámenes, como las vitaminas y la dichosa prueba de embarazo.
Me froté los ojos para poder quitarme lo borroso de la vista. Una vez que lo logré, comencé a caminar hacia la cocina. El doctor me dijo que debía de alimentarme correctamente si quería que el bebé estuviera bien, es por eso que bajaba para comer.
Después de que llegué a dicho lugar, los chicos estaban sentados en sus respectivos lugares mientras platicaban y reían de sus comentarios. Cuando se dieron cuenta de mi presencia, me sonrieron tranquilamente.
– ¡Buenos días~! –me dijo Ittoki.
–B-Buenos días a todos –saludé.
Jinguji estaba con ellos; sin embargo, no me dirigía la palabra y mucho menos una mirada. Me senté junto a él, no es que yo quisiera, sino porque era el único lugar disponible.
Comenzamos a comer tranquilamente. Incluso nos la pasamos riéndonos de los comentarios que unos decían. Aunque era una ambiente agradable, no dejaba de sentirme algo incómodo, tal vez porque Jinguji no ha dicho nada.
–Masato-kun, ¿a dónde fuiste esta mañana?
– ¿Eh?
Esa pregunta no me la esperaba. Shinomiya esperaba su respuesta pacientemente, al igual que los demás, excepto Ren.
–F-Fui al médico –confesé con nerviosismo.
– ¡¿Eh?! ¡¿Por qué?!
Los demás me veían fijamente esperando una respuesta; sin embargo, no puedo decirles la verdad, al menos, no cuando Ren estaba presente pues no quería que se enterara que estaba esperando un hijo suyo, y mucho menos que piense que es de otro alfa, sí, hablo de Van.
–No me he sentido bien durante estos días.
–Pero estás bien, ¿no? –preguntó Kurusu.
–No es nada grave, solamente es una infección en el estómago. Sucedió por tanto estrés de esta semana.
–Qué bueno que no es tan peligroso.
–S-Sí. Bueno chicos, ya tengo que irme. Gracias por la comida.
Me retiré justamente después de lavar los platos. Sin decir más, tuve que volver al cuarto para poder tomar las vitaminas que el doctor me había recetado. Traía conmigo un vaso de agua y un pedazo de pastel con fresas que se me antojó apenas lo vi en el refrigerador. A este paso, tendré que hacer mucho ejercicio para recuperar mi peso correcto. Bueno, no se puede evitar. Tomé las pastillas y dejé el vaso en la mesita de noche.
Ya me había sentado en la cama mientras seguía devorando el pastel, ¡sabe tan delicioso!
Escuché la puerta abrirse y prácticamente me sonrojé ya que no esperaba que me vieran de esta manera. Qué vergüenza.
–Hijirikawa, ¿qué estás haciendo?
Apenas oí su voz, las ganas de llorar casi logran superarme, pero pude aguantarme para poder encararlo.
–Nada que te importe –contesté fríamente y sin dejar que mis emociones me controlaran.
No me respondió nada y se dio la vuelta para acostarse en su propia cama. Como odio que sea así, incluso las ganas de comer el postre se me quitaron por su culpa.
Coloqué ese delicioso postre que, hace apenas unos segundos, dejé de comer sobre la mesita de noche que se encontraba a mi lado. Me recosté tratando de tranquilizarme, y así evitar que el nudo en mi garganta saliera en forma de lágrimas. Los ojos me ardían por aguantarme las ganas de llorar; sin embargo, resistía las ganas de ir a su lado para pedirle perdón y que así me envolviera con esos fuertes brazos que poseía, aunque el que tenía que disculparse...era él.
Me cubrí el rostro con mis brazos y, sin que yo pudiera evitarlo, lágrimas salían de mis ojos haciéndome ver débil. Con rabia, las quité con la palma de mi mano, de pronto las ganas de vomitar vinieron. Me tapé la boca para después salir corriendo al baño.
Volví a agacharme para poder vomitar. Mi corazón latía demasiado rápido, supongo que es por el temor de que Ren termine preguntándome lo que me sucede. Poco a poco fui calmándome, lavé mi boca para quitar ese mal sabor que tenía impregnada. Salí del baño y escuché como mi celular sonaba. Que extraño, no tengo ningún trabajo pendiente o atrasado.
Pegué el dichoso aparato en mi oído para poder contestar.
–"Hola, ¿quién habla?" –contesté sin ganas de hablar.
–"¡Ma-chan! ¡Por fin pude contactarme contigo!"
–"Sí, ya me di cuenta" –sonreí ante su comentario. Pero, casi inmediatamente, la felicidad se esfumó al saber lo que me sucedió.
–"¿Um? ¿Qué pasa?"
– "Yo...sniff...cometí un grave error, Van..."
Dejé que las lágrimas fluyeran sin piedad alguna ya que el dolor en mi pecho no lo podía ocultar más. Seguía arrodillado en el suelo y con el celular en mano.
– "Primero, trata de calmarte, sabes que no me gusta que llores. ¿Quieres que nos veamos en el parque que está cerca de ahí?"
Sin duda alguna, intentó calmarme. Lo supe por el tono dulce y amable de su voz.
– "S-Sí..."
– "Bien, voy en camino. Te estaré esperando, Ma-chan."
Colgué la llamada y después me puse de pie. Lavé mi cara, y comencé a caminar lejos del baño y de la habitación. Ren ni siquiera preguntó a donde iba, simplemente terminó ignorándome como siempre lo ha hecho.
Continúe mi camino. Llegué al dichoso parque y me senté en el banquillo que estaba frente a la fuente.
Escuché unos pasos y finalmente vi a aquel alfa que me había llamado con anterioridad, además de sentir su olor a café.
–Hola, Ma-chan.
Me saludó con una sonrisa, y yo le devolví el gesto. Se sentó a un lado de mí.
–Lamento hacer que vengas hasta aquí solo por mí.
–Ya te dije que no me molesta hacerlo mientras pueda verte. Más importante, ¿cuál es el "error" que dices que cometiste? –noté la preocupación con sólo verlo al rostro.
–Y-Yo...
Mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas, las cuales nuevamente caían por mis mejillas. No pude evitarlo, odio ser tan débil, lo odio.
– ¡A-Ah...yo no quería hacerte llorar Ma-chan, lo siento!
¿Por qué se disculpa? Sentí como me jalaba levemente, sin lastimarme, hasta que mi cabeza quedó apoyada en su pecho. Escuchaba el latir de su corazón, cerré mis ojos para poder concentrarme en ellos. Vaya, que tranquilidad. Una de sus manos permaneció acariciando mi cabello mientras que la otra estaba apoyada en mi cintura.
–No tienes que disculparte por algo que no hiciste –dije finalmente más calmado. Soltó una risita pequeña después del comentario que hice.
–Pensé que sólo así dejarías de llorar.
–Idiota –reí levemente.
–Bien. Ahora, dime, ¿qué sucede?
– ¿Recuerdas que te dije que debía tomar una decisión muy importante?
–Mmm...sí, ¿por qué?
–Verás...es que...no tomé la opción correcta, y ahora debo asumir las consecuencias.
– ¿A qué te refieres? –preguntó con cierto temor.
Volví a esconder mi rostro en su pecho mientras que lloraba nuevamente. Tengo que decirlo.
– ¡Van...sniff...estoy esperando un bebé!
¡Bien! Eso fue todo del capítulo de esta semana. Saquen sus conclusiones para ver que sucede después, será una gran sorpresa para ustedes XD.
¡Nos vemos la siguiente semana con un nuevo episodio de esta historia! Bye.
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Falacia de amor [RenMasa]
FanfictionHijirikawa Masato es un omega que lleva bastante tiempo en una relación física con su compañero de habitación, Jinguji Ren, quien resulta ser un alfa. Pero, en un proyecto que tenía Masato, aparece un alfa que intentará conquistarlo. Siendo este pa...