Capítulo LVIII: "Bésame, Ren"

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Capítulo LVIII: “Bésame, Ren”

–Lo haré porque te amo, Masato. Eres el amor de mi vida.

Fue acercándose, y finalmente pudo morderle el cuello.

–¡Ah! –una agradable sensación recorrió su cuerpo, dejando caliente el lugar en donde sus colmillos se clavaron, pasó su lengua una vez se separó. Estaba orgulloso de lo que hizo.

–Te amo, mi amor.

–Y-Yo también te amo, Ren.

–¿Quieres continuar? –le preguntó con tranquilidad y picardía.

Hijirikawa frotó su trasero sin pudor alguno, estaba dejándose guiar por las sensaciones y sentimientos que tenía por Jinguji. Aquel alfa que lo amaba incondicionalmente, que dedicaría toda su vida para amarlos, cuidarlos y protegerlos, a él y a su hijo.

Además, ¿para qué seguir negando sus propias emociones sí ya habían llegado tan lejos? Su mismo cuerpo lo delataría, él necesitaba a su alfa , porque lo había estado esperando todo este tiempo.

Sintió la punta de la virilidad del mayor frotar alrededor de su entrada. Masato movió su cuerpo ansioso de ya tenerlo dentro. El peli-naranja entendió las señales, y nuevamente fue metiendo su miembro, logró tocar su punto dulce desde la primera estocada. Sus cuerpos chocaban con fuerza y rapidez.

–“Se…se siente tan bien” –pensó el omega–. ¿Porqué me preguntas… ¡ah! ...si ya has comenzado?

–Cierto…ah…lo siento.

–¡Ren! ¡Ahh! ¡Haa! ¡Ren…! –no podía dejar de gemir el nombre del contrario. Sentía la mente nublada por el placer.

Sus pieles haciendo un sonido erótico por el sudor impregnada en ello. Pegó su cuerpo al de su amante, disfrutando de las caricias que le proporcionaba en su pecho. Sus dedos fueron deslizándose hasta llegar a sus tetillas; una vez ahí, las pellizcó.

–¡Ngh…! –jadeó. Dejó que continuara con sus movimientos, incluso mostró su cuello para que lo besara y siguiera marcando su piel por medio de besos y chupetones. Le encantaba que hiciera eso–. ¡B-Bésame, Ren!

Rogó con su voz de omega. El mayor no replicó, puesto que también deseaba besarlo y morder sus apetitosos labios, los cuales estaban entreabiertos y levemente rojos. Dios, una imagen muy sexy a su parecer.

–Mm… –besó a Masato.

–¡Hyaa...! –gritó cuando el orgasmo lo atacó.

No pudo evitar morder el labio inferior de Ren, consiguiendo que sangrara levemente. Aquello causó que este lo lamiera con lujuria, más que nada para quitar la sangre.

–No creí que hicieras algo como esto, Masa~ –lo miró–. Pero yo todavía no he terminado, así que…prepárate.

Habló en su oreja, el cálido aliento lo hizo estremecer.

–¡Ah!

El acto continuó hasta que ambos volvieran a correrse; Hijirikawa manchando el sillón, y Jinguji dentro de su amado.

Estaban recostados en el mueble, ya después de limpiar el desastre que hicieron, el oji-azul con su cuerpo recostado sobre el contrario y su cabeza apoyada en su pecho. Obviamente con su ropa puesta.
Las manos de Ren acariciaban su espalda con amor.

–No puedo creer que me anudaste –hizo un puchero.

–Lo siento jejeje~ –risita–. ¡Pero te veías TAN SEXY que no pude detenerme!

Falacia de amor [RenMasa]Where stories live. Discover now