Capítulo XXVIII: "No importa dónde estés, te encontraré"

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Capítulo XXVIII: "No importa dónde estés, te encontraré"

Jinguji estaba desesperado, su instinto de alfa le dictaba que debía encontrar al omega que había reclamado como suyo junto con su cachorro.

– ¡Pero...necesito verlo! ¡Quiero a mi familia a mi lado!

–No decías eso cuando lo tratabas como si el tuviera la culpa de todo –sentenció Tokiya. Sin una solo pizca de delicadeza.

– ¡S-Sé que he cometido muchos errores...sniff...pero ahora quiero remediarlos!

– ¿Tú...de verdad amas a Hijirikawa-san?

– ¡Sí...sniff...lo amo a él y a mi hijo! ¡Los amo más que a mi propia vida!

Prácticamente acabó arrodillándose en el suelo. Las grandes gotas de agua se deslizaban hasta caer al piso, mojándolo al instante y formando un pequeño charco de estas.

–Por favor...sniff...ayúdenme a encontrarlos...sniff...se los ruego...

Escuchar a su amigo rogar no les gustaba para nada. Y, aun con la duda, decidieron asentir con la cabeza. Ittoki tocó levemente su hombro y este alzó su mirada llorosa.

–Solamente te pedimos que los hagas muy feliz. Masa y Takumi-chan han esperado por ti durante mucho tiempo –dijo tranquilamente el pelirrojo.

–Gracias... –respondió un poco más feliz.

Se puso de pie después de limpiarse el rostro, pues odiaba mostrar esa parte de él. Los demás le dedicaron una sonrisa sincera.

– Bien. ¿En dónde está mi familia?

–Ya has ido a aquel lugar.

– ¿Yo? Dudo que lo haya hecho porque ya lo habría recordado.

–Están en Kyoto. Él volvió a la casa de su papá.

Jinguji abrió los ojos, ya que había ido en más de una ocasión ahí gracias a las juntas familiares a las que estaba obligado a ir. No obstante, sabía que no sería tarea fácil ver al líder de los Hijirikawa, porque este tenía un odio innegable a los que poseían la palabra Jinguji en su nombre, como era su caso.

– ¿Su papá...aceptó que Masato volviera, incluso después de enterarse que esperaba un hijo mío?

–No entendemos cuales fueron los términos a los que llegaron, pero sí, aceptó a Hijirikawa aun cuando estaba en la espera de su nieto –explicó Kurusu.

–Creo que lo que leíste en esas cartas decían muy poco acerca de lo que ha vivido realmente con su supuesto padre –comentó el moreno.

– ¿A qué te refieres?

– Si sabes que tuvo un parto prematuro, ¿no?

–Ah...sí, también que fue a causa de una pelea con su padre.

–Él no te contó absolutamente todo –suspiró el peli-azul–. Su padre le había dado una cachetada a Hijirikawa-san por meter un tema muy delicado a la discusión, además de haberle dicho que al que debería de odiar es al alfa que lo abandonó. Ni siquiera quiso contarnos los detalles, más que solamente pasó unos días tratando de recobrar la consciencia en el hospital porque casi moría después de dar a luz a Takumi.

– ¿Haa? E-Eso no lo sabía...

–Él está bien, despertó tres días después. Takumi ya hasta tiene cuatro años –sonrió levemente el omega oji-rojo.

–El tiempo pasa volando –una pequeña se formó en su rostro–. Ya quiero verlos.

–Aún no ha leído los mensajes que le mandé. Es muy extraño porque me contesta casi inmediatamente.

Falacia de amor [RenMasa]Where stories live. Discover now