Falacia de amor [RenMasa]

Capítulo XV: "Comprendí que no me necesitabas"

Capítulo XV: "Comprendí que no me necesitabas"

– ¿Por qué tienes ese equipaje? –repitió.

–Ah...es que yo...tengo que atender unos problemas personales, por lo que me voy a ir a Kyoto.

– ¿Eh? ¿Por qué? –su miraba irradiaba tristeza por la respuesta que le di.

–Es que...no quiero que nadie más se entere.

– ¿Pero de qué?

"Qué insistente" –pensé–. Bien, te lo diré pero tienes que prometerme que no se lo contarás a nadie.

– ¡Lo prometo!

–Tú sabes que yo soy un omega, y bueno...he tenido relaciones con Jinguji desde que empezó mi primer celo. No hace mucho que lo hicimos pero...no usó el condón y ahora yo...e-estoy esperando un hijo suyo...

– ¡¿Haa?! ¡¿Qué estas qué?!

– No eleves la voz –le tapé la boca–. No quiero que nadie lo escuche.

–Lo siento –quitó mis manos para poder hablar–. Pero... ¿por qué no se lo dices a Jinguji?

–La razón por la que me embaracé fue porque prácticamente no lo hice a voluntad propia...quiero decir que...Jinguji terminó obligándome porque le dije que quería terminar con la relación física que teníamos. Además...pensó que me acosté con Van.

– ¿Eh? Eso es mentira, ¿no?

– ¿Qué cosa?

–Lo de Van.

–Yo nunca he dejado que Van me toque.

–Ya veo. Pero...Masa, amas a Jinguji, ¿no es así?

Esas palabras casi ocasiona que no quisiera irme; sin embargo, ahora mi principal prioridad es mi bebé y nuestro bienestar.

–Lo amo –admití–. Pero, no es como si pudiera decirle mis sentimientos hará que todo se arregle. Eso no puede pasar ahora. Y va a ser aún peor si le digo que estoy en cinta, él solo pensará que lo quiero atar a mí.

–Entonces... ¿sólo te irás para que no se entere que va a ser papá?

–No, lo hago por el bien de ambos. No quisiera poner en peligro la salud de mi bebé.

–Sé que los demás lo entenderán. Aunque...te vamos a extrañar mucho, Masa.

–Yo también, a todos. Te dejaré mi dirección ya que mi número ya lo tienes. Es para que puedas decirme como están todos y aun mantenernos en contacto, ¿te parece?

–Gracias. Y si Jinguji pregunta por ti, ¿qué le diré?

–Dudo mucho que lo haga, pero en caso de hacerlo, simplemente contéstale que me fui para atender unos "asuntos" pendientes con mi padre.

–Está bien. Y, ¿cuándo te irás?

–No lo sé, tal vez hoy mismo o mañana, todo depende de mi padre.

–Pero volverás... ¿verdad?

–...P-Por supuesto –una sonrisa forzada se formó en mis labios.

Odio tener que mentirles. Pero es la única opción que tengo para que no se entristezcan mucho, al menos, eso espero. Después de aquella pequeña plática, Ittoki se tuvo que retirar. Seguía pensando acerca del problema; sin embargo, no dejo de pensar que irme es solo una excusa para evitar enfrentarme a Jinguji.

–Esto es más difícil de lo que pensé –suspiré.

El tiempo transcurría tranquilamente, y aún no he sabido nada acerca de Jinguji, es extraño pues eran cómo las cuatro de la tarde, generalmente a este ahora ya habría estar deambulando por aquí. Supongo que debe comenzar a coqueteando con sus "amigas". ¡Qué molesto! ¡Ni siquiera debería de pensar en él, después de todo, me iré pronto!