Falacia de amor [RenMasa]

Capítulo XIX: "Inesperada visita"

Capítulo XIX: "Inesperada visita"

–Mmm...será...Takumi –dije con una ligera sonrisa–. Takumi Jinguji.

– ¡Qué hermoso nombre!

–Gracias –expresé con alegría.

–L-Lamento mi atrevimiento, pero... ¿puedo hacerle una pregunta? –podía ver que estaba nerviosa.

–Claro, la que guste –dije con una pequeña sonrisa.

– ¿Por qué...vino aquí con su padre en lugar de su alfa? –Ante su pregunta, volteé a ver hacia mi pequeño para pensar bien que responderle. Creo que se dio cuenta de que no quería hablar acerca de él–. No tiene que responderme si no quiere. Es muy algo personal y aun así me atreví a preguntar, perdón.

–No se preocupe, no es la primera que me pregunta –dije para después suspirar–. Él está en Tokio.

– ¿Eh? ¿No se supone que deben de estar juntos? La necesidad de estar con su alfa para un omega cuando está embarazado es aún mayor, ¿no? Y más si lo ha reclamado como suyo.

–B-Bueno sí, fue muy difícil para mí tener que pasar este tiempo sin él, pero tampoco es como si las cosas fueran perfectas. Ni siquiera sabe que es padre y no puedo volver así como si nada.

–Oh...ya veo. Espero y puedan arreglar las cosas, el pequeño necesita de ambos. Tanto de su madre como su padre.

–Ya lo sé... –dije con tristeza mientras continuaba viendo a mi hijo.

– ¡Ah, cierto! Hay unas personas que quieren verlos. Desde hace un buen tiempo están esperando a que usted despierte.

– ¿Por qué? ¿Cuánto tiempo dormí? ¿4 horas?

–Jajaja no. En realidad, fueron tres días.

– ¡¿Tres días?! ¡¿Tanto tiempo estuve dormido?! –expresé exaltado.

–Sí, es que...la persona que le administró la anestesia se confundió en la cantidad y le terminó agregando demasiado, por eso tardó tanto en despertar.

–Y-Ya veo.

–Sus amigos están esperando a verlo, ¿los dejo pasar?

–C-Claro –contesté un poco confundido.

La enfermera comenzó a salir de la habitación, dejándome completamente solo, bueno, no del todo ya que aún continuaba abrazando a mi hijo. Sus ojitos estaban abiertos dejándome apreciar el hermoso color que estos poseían.

–Hola...finalmente podemos vernos después de un largo tiempo, pero ¿sabes? Fue demasiado pronto, aunque estoy feliz de que estés bien.

Su miraba se centraba solamente en mí y escuchaba mis palabras sin entenderlas. Aproveché para acercar mis labios y plantarle un beso delicadamente en su nariz tratando de no lastimarlo. Una de sus manitas se posó en mi mejilla mientras soltaba una risita por las cosquillas que le causaba mi cabello al rozarle el rostro.

–Te amo, mi pequeño.

– ¡Awww~! ¡Qué tierno! –dijo con emoción un rubio de mayor estatura.

Apenas oí ese comentario, alcé mi cabeza y pude ver a mis amigos en la puerta, quienes sonreían alegremente ante aquella escena.

– ¿Q-Qué hacen aquí? ¿No deberían estar en Japón?

–Bueno sí, pero cuando me llegó tú mensaje diciéndome que el bebé estaba naciendo, ¡no pude evitar emocionarme y avisarles a todos!

– ¿A todos? –hablé un poco desesperado–. No me digas que...