Falacia de amor [RenMasa]

Capítulo XXXVII: "¿Gané?"

Capítulo XXXVII: "¿Gané?"

–Renunciaré a ti y a mi hijo.

– ¿Qué?

Sus ojos se fueron cristalizando, me dieron a entender que estaba a punto de llorar. Por favor, no pongas esa expresión.

Esto es más doloroso de lo que imaginé. ¿Cómo no? Estoy prácticamente renunciando a mi familia para que puedan ser felices, aunque eso signifique que tenga que irme.

– ¿Por qué dices eso ahora? ¿Acaso...sniff...piensas rendirte después de todo lo que hiciste? –dijo mientras aún más lágrimas caían hasta mojar el suelo.

Perdón, perdóname por lo que diré.

–Sí...después de todo, puedes conseguirte a cualquier alfa. Así como lo hiciste con Van.

– ¿Eh? ¿Q-Quieres decir que todo era mentira...y que solamente fingiste durante todo este tiempo?

No, siempre quise demostrarte el amor que tengo por mi familia.

–Claro... ¿sabes? Ni siquiera estoy seguro de que Takumi sea mi hijo, puede ser de cualquier otro alfa...

Masato no esperó más...y terminó golpeándome por mis palabras. Se había escuchado por toda la habitación, incluso su padre estaba sorprendido por su acción.

Me duele la mejilla. Además, creo que debe de estar roja.

– ¡Es mentira! –gritó fuertemente–. ¡Solamente lo estás diciendo para dejarnos, ¿no es así, Jinguji?!

Masato me conoce mejor de lo que esperaba. A pesar de que nunca le contaba nada acerca de mí.

Dejé de hablar. Sé que si continúo haciéndolo terminaré llorando como un niño pequeño, y realmente no quiero que me vean en ese estado.

–Voy...a tomar un poco de aire –mi voz salió un poco quebrada. Espero que no se haya dado cuenta.

Quiero irme, porque me duele verlo de esta manera. Sus ojos parecían no querer detener las lágrimas que salían por estas.

Y, después de decir aquello, comencé a caminar hacia la puerta. Sin embargo, alguien impidió que lo lograra agarrándome de la mano. Una vez que visualicé bien a la persona que impedía que me fuera, me asombré bastante, al darme cuenta que era Masato. No podía moverme, seguía en shock.

–Yo no pienso volver, padre –habló mientras miraba directamente a los ojos del mencionado, y continuaba impidiendo que me fuera.

– ¿Eh? –me sorprendí.

– ¿Por qué? Sabes que estarán mejor aquí.

–Sí, lo sé. Pero, el hogar al que pertenezco está... –fue apretando más fuerte nuestras manos que ahora se encontraban entrelazadas-...al lado de Takumi y Jinguji. Ellos son la familia que forjé y de la que no pienso separarme nunca. Son mi razón para vivir.

–Masato... –dije en un susurro.

Mi omega me dedicó una pequeña sonrisa que expresaban sus propios sentimientos. Amor, amor era lo que veía reflejado en sus hermosos ojos azules. Rápidamente, lo envolví en un abrazo que necesitaba más que nada pero, lo que más me hizo feliz, fue que aquel gesto era correspondido.

Apreté un poco más su cintura mientras que él escondía su rostro en mi pecho. Y aproveché para acariciar su cabello. Dios, como extrañaba abrazarlo, sentir su calor, su olor...lo amo con todo mí ser.

Todo iba bien, bastante bien a decir verdad, al menos hasta que su padre nos impidió continuar.

–No quiero interrumpir su reconciliación; sin embargo, no estoy de acuerdo con que vuelvas con él, Masato.