Capítulo XLVIII: "Repentina decisión"

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Capítulo XLVIII: "Repentina decisión"

Takumi me había dicho que se iría al parque de diversiones con Shinomiya y Kurusu, ya que se ganaron unos boletos gratis en un concurso que...bueno, realmente no recuerdo de que trataba. El caso es que sus "tíos" querían pasar tiempo con mi pequeño, con eso de que pronto tendrán a su bebé.

Y, sí, Kurusu tiene apenas 2 meses de embarazo.

¿Cómo me enteré? Bueno, fue el mismo día que volví a Japón. El muy idiota de Jinguji no me había dicho nada hasta ese momento. Justo después de que Ittoki ya tuviera a su hijo.

Me molesta que no confíe en mí cuando se tratan de ese tipo de situaciones.

Aun con ese leve enojo, decidí comenzar a caminar hasta llegar al piso de arriba, pues ahí podía descansar. Tal eso me ayudaría a pensar un poco más acerca del concierto. No quisiera concentrarme solo en el trabajo y descuidar a mi pequeño Takumi.

Apenas llegué, me fui recostando sobre la cama. La suavidad de esto hizo que comenzara a cerrar los ojos. Mi cabeza se acurrucó más en la almohada.

– ¿Masa? –escuché la voz de Jinguji. Eso hizo que comenzara a levantarme de mi comodidad–. Ah, lamento si te levanté, cariño.

–Mmm...no te preocupes. No estaba durmiendo –comenté mientras abría los ojos.

El alfa fue acercándose poco a poco hasta sentarse en la orilla de la cama, justo a mi lado. Y, no lo pensó dos veces para poder acercar su mano y empezar a acariciar con su suavidad mi cabeza.

Es tan cálido.

Por instinto, cerré mis ojos para dejarme llevar por las sensaciones que me brindaban el estar con él. Me siento feliz.

–Masa... ¿puedo besarte? –preguntó con tranquilidad.

Ante su cuestión, escondí la cabeza en la almohada para que no viera el sonrojo que aparecía en mi rostro.

–...Sí... –susurré muy bajo de tono en un intento fallido de que lo escuchara, ya que sentí como se fue aproximando hacia mí y cómo iba alejando mis mano del agarre de la almohada. Sin embargo, eso solo ocasionó que aumentara la fuerza, puesto que no quería que me viera.

–Mi amor, ¿cómo te besaré si no quieres soltar la almohada? –lo oí decir mientras soltaba una risita–. Te amo.

Aquellas dos palabras hicieron que bajara la guardia, y Jinguji la aprovechó para jalarme el almohadón.

– ¡E-Eso es injusto! –me quejé. Entonces, sus labios ya estaban sobre los míos e impidieron que pudiera continuar hablando.

–Es injusto que me hagas sentir tantas emociones con tu simple existencia –dijo después de separarnos.

Maldito idiota, ¿justo ahora se le ocurre ser romántico?

Lo único que se me pasó por la cabeza hacer fue ocultar mi cara en su pecho, puesto que él ya se hallaba sobre mi cuerpo...pero abrazándome.

Lo amo. Lo amo demasiado que estos sentimientos pueden ser mi perdición.

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El tiempo iba transcurriendo con tranquilidad, pues había decidido ir a un trabajo, para ser más específico, una sesión de fotos. No me gustaba salir y dejar a Takumi solo, bueno...no del todo solo porque estaba al cuidado de su papá. Pero...conociendo a Ren, no podía evitar tener cierta inseguridad.

Supongo que aceptar aquel trabajo no fue tan mala idea ya que, al ser una revista bastante conocida, nos daría más popularidad a la banda y a mi regreso a ella.

Falacia de amor [RenMasa]Where stories live. Discover now