Falacia de amor [RenMasa]

Capítulo LX: "Mi alfa"

Capítulo LX: “Mi alfa”

–No dejes de lamer, Masa~ –pidió.

Y lo hizo, continuó con su trabajo. Succionando con más fuerza y tratando de seguir el ritmo de las embestidas que su amante le daba a su garganta.

–“Quiero más” –se dijo así mismo el oji-azul.

–M-Masa…ya… –comentó entrecortadamente–. Voy a correrme.

Ignoró por completo las palabras de su alfa. Sabía que no quería correrse dentro de su boca, pero su pensamiento fue puesto en duda cuando una de sus manos se coló hacia su cabeza, acariciándole su cabello e incitándolo a seguir a como de lugar. Y lo hizo.

–¡Ngh…! –fue lo único que escuchó antes de que su boca fuese llenada por la esencia de este. Lo tragó gustosamente y sin quejarse–. Eso…fue increíble…

Lo oyó suspirar luego de su comentario, puesto que trataba de recuperarse del momento que hacía poco sucedió.

–¿Lo tragaste, amor? –su mejilla estaba siendo acariciada con amor y tranquilidad. Cosa que encantó al peli-azul.

–Mm… –era el único sonido que dijo–. Quiero más, Ren. Aún no es suficiente.

Se sonrojó mientras se iba poniendo de pie. Jinguji, al ver tal petición, no dudó en tomarlo de la mano para después ir sentándolo sobre su regazo nuevamente.

–Quiero que te prepares solo –le dijo.

–P-Pero… –expresó dudoso de tal petición.

–Hazlo, Masato –exigió con su voz de alfa.

Hijirikawa no siguió replicando, puesto que sabía de antemano que no ganaría, mucho menos si este usaba su voz de mando en contra suya. Tres de sus dedos fueron metidos dentro de su boca, mojándolos con su saliva y algo del semen de su amante.

Una agradable vista para el oji-celeste, quien tragó duro cuando su omega le dedicó una mirada cargada de deseo y lujuria.

Los tres dígitos se deslizaron lenta y sigilosamente desde su boca, pasando por sus tetillas mientras eran acariciadas con lentitud, luego fueron bajando hasta su abdomen. Claramente quería provocarlo y molestarlo un poco.

Simplemente obtuvo una sonrisa pícara en respuesta.

Sintió como su miembro era apresado por la mano restante de su amante, acariciándolo a su gusto. Sin embargo, continuaba preparándose.

–Vaya~, no conocía ese lado tan pervertido tuyo, Masa –sonrió.

–Parecía que…¡ah!…querías atención…ha…

–Sabes que si se trata de ti, cualquier cosa es más que bienvenida.

–¡Ah! –gimió con fuerza al ser acariciado en su miembro por su prometido–. ¡No pares, Ren!

–Nhn…Masa…date la vuelta, quiero ver cómo te dilatas…

–Haah…¿ansioso, eh~? –expresó con burla. Más sin embargo, empezó a girar su cuerpo, claro, con la ayuda de su amante puesto que este lo sostuvo de la cintura para evitar que se cayera.

–Siempre estoy ansioso de tocarte, amor.

Una vez estuvo sentado nuevamente sobre su regazo, volvió a dirigir sus dedos a su entrada. Dos de ellos fueron metidos de una solo vez, haciendo que encorvara la espalda.

Haciendo movimientos de tijera logró tocar su próstata, arrancándole un sonoro gemido de placer.

–¡Ren, ah! ¡Mnn…! ¡Más! ¡Tócame! –rogó con los ojos llorosos. Eso hizo que su amante no pudiera negarse.