Falacia de amor [RenMasa]

Capítulo IX: "Decisiones"

Capítulo IX: "Decisiones"

– ¡Corte! ¡Bien, con esto doy por terminado la grabación del proyecto! ¡Buen trabajo a todos!

–Qué alivio –suspiré pesadamente justo después de decir aquellas palabras.

– ¡Buen trabajo, Ma-chan!

Aquel alfa se había lanzado encima de mí para poder abrazarme, sus brazos aprisionaban mi cintura. Hoy será el día en que termine con la relación que tengo con Ren, quiero llorar, sé que me dolerá decirle adiós pero es lo más apropiado que debo de hacer para que él pueda encontrar a su pareja verdadera.

–Tú también lo hiciste bien...Van.

Repentinamente deshizo el abrazo, y ahora estaba viéndome fijamente a los ojos.

–Dilo de nuevo.

– ¿Qué? –dije confundido.

–Mi nombre, es la primera vez que me lo dices tan seriamente.

–A-Ah...no sé de qué estás hablando –volteé la cabeza hacia otro lado. Con tal de evitar verlo.

–Vamos, no te avergüences, solamente te hace ver más lindo.

–Amm... ¿p-podrías soltarme?

–Eh... claro.

Mis mejillas al igual que las de él, se pintaron en un tono carmesí. Me sentía realmente incómodo por esta situación. Lentamente fue deshaciendo el abrazo, para después quedarnos viéndonos fijamente.

–T-Tengo que irme. Gracias por todo, Van.

Sin embargo, este tonto alfa no me soltaba.

–Seguiremos viéndonos, ¿verdad?

Sus ojos tenían cierto brillo que me hacía casi imposible no verlos. Simplemente asentí con la cabeza y dejó que viera la sonrisa que tenía en su rostro.

– ¿Puedo acompañarte hasta tu casa?

–Por supuesto, pero tendremos que irnos con los demás.

–No me importa mientras esté con Ma-chan.

No sabía que decir, por lo que me limité a solo escucharlo. Comenzamos a caminar hacia los demás para después salir directo a la limosina que nos llevaría al Master Course. Prácticamente en el transcurso del camino me la pasé hablando solamente con Van. Reía por los chistes que me contaba, era tan divertido que ni siquiera me fijé que los chicos también comenzaron a carcajear con nosotros.

El coche finalmente se había detenido en frente del lugar en donde vivíamos. Cada uno fue bajando hasta que todos nos encontrábamos fuera; los demás se despidieron de Van para después irse, yo fui el único que se quedó solo con él ya que todavía no nos habíamos despedido.

Poco a poco el sol había comenzado desaparecer, dejándonos ver las estrellas que adornaban el cielo oscuro con una ligera briza movía las hojas de los árboles.

–Creo que ya es hora que entre.

–Cierto...am...Ma-chan.

– ¿Sí?

–Durante todo este tiempo que hemos pasado juntos...me he dado cuenta de muchas cosas; una de ellas es que no he podido sacarte de mi cabeza, recuerdo la primera vez que te vi, estábamos compitiendo para ganar la triple S. Tus hermosos ojos azules demostraban cuán importante era para tu grupo el tener éxito, y la verdad me alegra mucho haber participado porque, si no fuera por eso, tal vez ni siquiera te hubiera conocido. Es gracioso decir que el destino quiso que nos hiciéramos amigos, pero estoy feliz por ello...yo no soy una persona tan especial, destacada o con grandes habilidades; sin embargo, estuve tan agradecido de poder trabajar en esta película contigo. Por eso, quiero expresarte lo mucho que te quiero, Ma-chan.