Falacia de amor [RenMasa]

Capítulo LII: "No quiero"

Capítulo LII: "No quiero"

Los días iban transcurriendo con bastante rapidez, Jinguji y yo no tuvimos problema alguno después de mi celo, ya que estuve un día entero encerrado en la habitación calmándome con...juguetes.

Puedo decir que esas cosas no eran suficientes, el celo se volvió mucho más fuerte desde que Jinguji me marcó como su omega. Cuando estuve en Kyoto pude manejarlo, pero...ahora que estoy demasiado cerca de él, la situación se puso más difícil.

Por suerte, solamente duró un día.

Logré acoplarme a mis nuevas actividades, y a evitar que se enteren de que participaré en el evento. Nadie sospechaba nada.

El sonido de un mensaje me sacó de mis pensamientos, Ringo-san me avisó que no vendría a verme a la práctica. Qué extraño. Bueno, debió de pasar algo grave para que se ausentara, él no es de esas personas que faltan al trabajo como si nada.

Ya estaba listo para salir de casa, con Takumi y Kazuki. Tomé un taxi y nos fuimos. Como siempre, el viaje fue tranquilo.

Apenas llegué, la práctica comenzó.

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–Hyuga-san, ¿ocurre algo malo? –le pregunté, puesto que parecía afectado por algo en particular.

Mi descanso había comenzado minutos atrás, Takumi y Kazuki se hallaban jugando a un lado de la sala de práctica. Lo bueno es que mi pequeño cuidaba al hijo de Ittoki-kun e Ichinose-san mientras veníamos aquí. Los dos eran tranquilos, bueno, al menos Takumi, ya que a Kazuki era imperativo.

Le gustaba estar acompañado y que lo anduvieran abrazando y mimando. Me tomó muy poco tiempo darme cuenta de ello.

–Ah, son...solo cosas mías –respondió con bastante tranquilidad, aunque era más que claro que no era verdad.

–Es por Ringo-san, ¿no es así? –dudaba de ser insistente ante mis preguntas; sin embargo, es una manera en la que puedo saber la verdad o, al menos, aconsejarle para ayudarlo un poco.

–Sí... –bajó la mirada–. Hoy...se me confesó... –murmuró.

– ¿Eh? –estaba asombrado. No creí que lo hiciera tan pronto–. ¿N-No es eso bueno?

–Siendo sincero, no. Al menos no para mí.

– ¿Por qué dice eso?

–A Ringo...lo veo como si fuera mi hermano menor.

– ¡¿Ha?! ¡¿Un hermano menor?! –dije completamente enojado–­. ¡Entonces, ¿por qué le daba tantas esperanzas?! ¡¿Está consciente de eso?!

Sé que no sirve de nada reclamarle, porque él que debería de hacerlo era Ringo-san; sin embargo, me siento tan enojado que no puedo evitarlo.

–Nunca imaginé que sintiera algo así por mí. Por eso lo rechacé.

–Se equivoca –hablé con coraje–. Usted no quería enfrentar las cosas con él.

–Yo...

– ¡¿Qué tan cobarde puede ser?! ¡Ringo-san ha sufrido mucho porque piensa que no vale nada como para estar con usted! ¡¿Sabía eso?!

Fui poniéndome de pie al notar que Hyuga-san no quería responder.

–Ringo-san tuvo un pasado muy doloroso y triste. Pasó por muchas malas experiencias para llegar a donde está ahora. Incluso para poder enamorarse sin miedo a que lo lastimaran, pero...al final, terminó amando de la persona que lo ayudó a salir adelante, y él que no puede aceptar sus propios sentimientos.