Falacia de amor [RenMasa]

Capítulo XXI: "Difícil decisión"

Capítulo XXI: "Difícil decisión"

Los sollozos eran bastantes audibles ahora, pues el menor se encontraba llorando luego de leer absolutamente todas las cartas, palabra tras palabra y sintió perfectamente los sentimientos que su madre sufrió durante su estancia en Kyoto, luego de haberse separado de su padre. Pero, había varias preguntas que rondaba por su cabeza; ¿por qué su mamá no regresó con su papá si tanto lo amaba? ¿Acaso ocurrió algo muy grave como para que llegaran a ese extremo? Todo esto era demasiado confuso para un niño que apenas cumplió los cuatro años de edad. Habían cosas que estaban escritas que todavía no sabían que eran.

Poco a poco fue limpiando las gotas de agua con la manga de su camisa. Después, se puso de pie aun con las cartas en mano.

–Tenemos que mandarle esto a mi papi.

– ¿Eh? ¿Por qué?

– ¿Y si papi no sabe que mami lo extraña? Además, yo también quiero conocerlo.

–Pero...Takumi-chan no sabemos la dirección de su casa. Además, por algo Onii-chan nunca le mandó las cartas.

–Por favor, ayúdame –dijo, bueno, prácticamente suplicó el pequeño.

–Mmm... ¡Está bien! Tienes suerte de que los amigos de Onii-chan vengan hoy. De seguro ellos conocieron a tu papá, así que podemos dárselos para que se lo entreguen a él.

– ¡Gracias, Mai-chan!

–Ven, ya debieron de haber llegado.

– ¡Sí!

Volvieron a bajar del cuarto, pero esta vez en dirección a la sala. Escucharon como Masato saludaba a todos alegremente y se fueron acercando.

– ¡Oh~ es Takumi-chan! –gritó Shinomiya.

Inmediatamente todos voltearon a ver al pequeño que los miraba muy confundido.

– ¡Wow, sí que creció bastante! –expresó alegremente el pelirrojo.

–Sí. La última vez que lo vimos, apenas era un bebé de siete meses de nacido –dijo Ichinose.

– ¡El tiempo sí que pasa volando! –expresó con felicidad Aijima.

–Aunque no todos cambiaron. Hijirikawa aun sigues idéntico –comentó el rubio más bajo.

–Jajaja~ ustedes también.

La velada pasaba con tranquilidad, pues se ponían al día con sus relatos de estos años. Durante toda la tarde disfrutaron de la compañía de cada uno, como en aquellos viejos tiempos en las que estaba en STARISH.

–Creo que ya es hora de irnos, chicos.

–Sí porque si no Saotome nos pondrá el doble de trabajo.

–C-Claro. Gracias por haber venido hasta aquí.

Los presentes se fueron retirando de aquella habitación. Sin embargo, Takumi aprovechó la oportunidad para acercarse a Tokiya, quien miró al niño un poco confundido.

– ¿Qué sucede, Takumi-san? –preguntó tranquilamente Tokiya.

–Tú...conociste a mi papá, ¿verdad?

–Ah...s-sí.

– ¿Podrías entregarle esto?

Apuntó a la caja que él mismo le había cedido después de hablarle.

–Pero...no sabemos en donde está exactamente.

–Es que...quería que leyera unas cartas que son para él. Tal vez, de esa forma, logre hacer que me quiera, aunque sea un poquito –habló con tristeza el menor mientras bajaba la mirada.