Capítulo XLVII: "Quiero verte"

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Capítulo XLVII: "Quiero verte"

–"Y-Yo también..." –susurré.

Pero, no le di tiempo de contestar pues ya había colgado la llamada. ¡Qué nervios!

Aunque...no es como si lo que dije fuera mentira. De verdad quiero verlo.

Continué caminando con una sonrisa en mi rostro. Una vez que llegué a casa, fui directamente a ver a mi hijo, quien se encontraba en la sala jugando con Ittoki y Kazuki. Se veía tan feliz.

Me alegra mucho haber tomado esta decisión. Si no lo hubiera hecho, de seguro no estaría aquí con mis amigos y familia retomando mi camino nuevamente. Aunque, siendo sincero, jamás pensé que volvería a estar con Ren, y menos en una relación formal. Bueno, realmente no sé en qué términos estamos ahora, solamente me pidió matrimonio sin siquiera haber salido antes. Supongo que es porque no pudimos hablar sin pelearnos.

– ¡Mami~! –la voz de mi pequeño alfa logró sacarme de mis pensamientos. Se acercó rápidamente para después abrazarme de las piernas pues aún era muy pequeño que solamente llegaba hasta ahí. Eso lo hacía ver muy lindo.

–Hola, mi amor –le dije con suavidad y con el típico tono maternal que usaba cuando hablaba con él. Sentí la suavidad de sus cabellos ya que había puesto mi mano sobre su cabeza para acariciarla con afecto.

– ¿Falta mucho para que papi llegue? –preguntó con ilusión.

–Ah, eso quería decirte. Me llamó para decir que no tardaría en venir, solo tiene que terminar unos pequeños asuntos más y ya.

– ¡Qué bien! –sonrió.

– ¿Quieres ayudarme a preparar el almuerzo?

– ¡Sí~!

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La comida ya estaba lista. Takumi se había esforzado mucho ayudándome en lo que sea que le pidiese. Sin duda alguna, tengo a un gran hijo.

Jinguji debería de estar por llegar. Ya son las 2: 47 de la tarde. Wow, terminamos el almuerzo más rápido de lo que pensé.

Pronto, escuché que le puerta era abierta. Me dirigí hacia esta, pues Takumi había ido a avisarles a los demás para que bajaran y comiéramos todos juntos. Apenas alcé la cabeza, me encontré con la mirada de Jinguji centrada en mi presencia.

–B-Bienvenido –comenté tratando de sonar lo menos nervioso posible.

–Estoy en casa, cariño –se acercó hasta mí, solamente para rodear mi cuerpo en un cálido abrazo que me tomó por sorpresa.

¿Qué se supone que debo hacer?

– ¿Es verdad? –preguntó contra mi oreja.

– ¿Q-Qué cosa? –respondí muy confundido antes sus palabras.

–Lo que me dijiste antes de cortar la llamada –acarició lentamente mi cintura para después pegarme más a él.

–No sé a qué te refieres... –su olor a chocolate comenzaban a hacer que fuera adormeciéndome. Qué bien huele.

–Cariño, ya no debes ocultar lo que sientes o piensas. Sabes que siempre estaré para escuchar cada una de tus palabras.

–Lo sé... –respondí con tranquilidad.

– ¿Sabes? Se supone que debía de llegar hasta más tarde, pero...me apresuré en terminar todo mi trabajo para venir verlos –susurró–. De verdad quería venir a casa.

Falacia de amor [RenMasa]Where stories live. Discover now