Falacia de amor [RenMasa]

Capítulo XXXIII: "Instinto de padre"

Capítulo XXXIII: "Instinto de padre"

– ¿Qué quieres? ¿No ves que estamos muy ocupados? –aquella "respuesta" me hizo enojar mucho más.

–No me metería con unos tipos repulsivos y estúpidos como ustedes si no fuera porque el niño que están manoseando es mi cachorro –dejé salir un olor amenazante para intimidarlos–. ¡Quiten sus asquerosas manos de mi hijo si quieren seguir con vida!

Usé un tono de voz grave y amenazante.

Seguían viéndome fijamente, pero aun mantenían agarrado a mi pequeño.

–Hey, no es él parte de esa banda...mmm... ¿cómo se llamaba? ¿STARISH? –usó un tono burlón.

–Sin duda nos darán buen dinero si saben que es hijo de un idol.

– ¡Ya suelten a mi hijo! –grité.

– ¿Por qué deberíamos de escucharte? A nosotros no nos importa si eres su padre o no.

Sin duda alguna, esos estúpidos no están dispuestos a colaborar, y yo tampoco.

–Bueno, supongo que tendrá que ser por las malas.

– ¿Haa? ¿A qué te refieres?

Aproveché a que unos botes de basura estaban muy cerca de ellos, y se lo tiré al tipo que desde hace un momento hablaba. Los demás reaccionaron inmediatamente al ver a su "amigo" tirado en el suelo inconsciente. Que conste que yo se los advertí, pero ninguno me hizo caso.

Uno de ellos se acercó pero no pude esquivar el golpe que me brindó en la mejilla derecha, ya que fue más rápido que yo. ¡Maldito, si dolió!

Prácticamente tenía a 4 tipos rodeándome, seguramente dispuestos a matarme si se les presentaba la oportunidad. Tenía que mantenerme firme pues Takumi estaba detrás de mí, muy asustado y aun llorando. Dos de ellos sacaron unas navajas que traían guardadas, supongo que no piensan jugar limpio. A ver cómo me las arreglo.

Ellos fueron los primeros en comenzar y, para mi suerte, pude esquivar el navajazo pero eso no evitó que me raspara un poco la mejilla izquierda.

Rayos, tendré que posponer los trabajos de modelo. Bueno, eso no importa ahora.

Lo tenía de la muñeca, pues se la estaba torciendo desde atrás de la espalda, se quejaba pero no me interesaban sus reclamos o berrinches. El segundo idiota utilizó la misma arma que el anterior, simplemente lograron unos cuantos cortes en mi brazo, causando que me manchara la camisa con algo de sangre. Debo de detenerlos, sino... podrían lastimar a Takumi.

No sé por cuanto tiempo fue que estuve peleando con esos 4 ineptos, pero ahora estaban tirados en el suelo, inconscientes.

Yo solo tenía heridas y unos cuantos golpes leves en el cuerpo que solamente dejarán moretones ya que uno de ellos me devolvió el golpe con el bote de basura. Ahora comprendo porque el otro no despertaba, sí que dolía bastante.

Me volví a acercar a Takumi quien estaba con los ojos cerrados y, además de estar temblando por el miedo. Acaricié su cabeza y se sobresaltó.

–Tranquilo...soy yo, tu papá –apenas escuchó mi voz se tranquilizó y giró su cabeza para poder verme. Odiaba verlo llorar de esta manera, simplemente lo despreciaba.

Su rostro en lágrimas y su mejilla roja debido al golpe que anteriormente le habían hecho, me hicieron enojar.

Antes de que pudiera responderme. Me di cuenta de que su expresión cambió a una más asustadiza.

– ¡Papi, cuidado! –escuché su voz quebrada–. ¡Detrás de ti!

Ni siquiera me dio tiempo de hacerle caso a sus palabras, ya que sentí un dolor punzante en el lado derecho de la parte baja de mis costillas, muy cerca de mi abdomen. Me di cuenta de que el primer tipo que había golpeado había despertado y aprovechó que tenía la guardia baja para clavarme la navaja que, con anterioridad, estaba en el suelo.