Capítulo 16: ¿La cuarta E? (Parte II)

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Me acerque al bebe, estaba dormido, era muy chiquitito, tenía el cabello rubio, unas pestañas rizadas, mejillas sonrosadas. Era muy tierno.

— ¿Ethan?—dije mientras le acariciaba su pequeña mejilla.

—Si cariño, nuestro hijo—dijo Emmett bajito, no queriendo despertar al bebe.

— ¿Dónde lo encontraron?—Esme se sentó al lado de mi tía, ella recostó su cabeza en su hombro y Esme le pasaba los dedos entre sus rubios cabellos.

—Es una larga historia—respondió el oso.

—Tenemos toda la eternidad.

Emmett se paró detrás del sillón en donde estaba su esposa. Y comenzó a hablar.

Emmett POV

Con mi linda esposa esperamos a que toda la familia se vaya para salir a cazar, quería jugar un poco con ella antes de irnos. Media hora después la casa estaba para nosotros solos.

—Cariño ven a ver esto—Rose me estaba llamando desde el segundo piso. Cuando llegue vi que había una caja sobre nuestra cama y vi que tenía ropita de bebe, por olor supe que estaba nueva, Rose, Alice y mamá nunca llegaron a ponerle toda las ropa a Renesmee.

— ¿Cómo llego esto acá?—pregunto.

—No lo sé, abra que llevarlo a alguna casa de acogida—asentí.

Cerré la caja y la puse al lado de la cama, tome sus manos y le di un beso en sus nudillos.

—Te amo—susurre.

—Yo más, mucho más...

Cuarenta minutos más tarde salimos de la casa en dirección a lo más profundo del bosque, cuando llegamos, paramos y comenzamos a caminar sigilosamente para no espantar a nuestras presas, a los lejos logre ver un grupo de ciervos y como no se dieron cuenta de nuestra presencia corrimos hacia ellos y ¡Zas!, justo en su pequeño cuello, sentía como la sangre resbalaba por mi garganta, una sensación agradable, es sabor dulce y metálico, simplemente delicioso.

No me había dado cuenta que me había acabado todo el pequeño grupo y que también tenía la ropa llena de tierra, ramitas y unas cuantas gotitas de sangre. Rose me matara, ella odiaba que me ensuciara la ropa.

—Nunca cambias Emmett—la voz de Rose llego desde las ramas de un árbol a unos 4 metros de mí, se estaba riendo, de mí, nadie se burla de Emmett.

—Me parece o te estas burlando de mi—la mira con los ojos entrecerrados, ella simplemente se encogió de hombros y susurro.

—Atrápame si puedes—no paso ni un segundo cuando la rama estaba vacía, Rose había salido corriendo, solté una gran carcajada y comencé a seguir su olor, dulce y cautivante.

Los ruidos de la carretera se hacían más claros conforme corría y a la vez podía sentir su olor, estaba muy cerca, intente no hacer ruido con mis pisadas, así como cuando jugaba a las escondidas con Nessie. Al parecer dio resultado ya que logre ver unos largos cabellos dorados atados en una cola alta, dejando al descubierto su delicada espalda, sigilosamente contaba mis pasos, cada vez estaba más cerca, solo dos más y...

—Sé que estás ahí—dijo.

Ella comenzó a reír, amaba su risa, amaba todo de ella. Frente al mundo ella parecía de piedra, superficial, egocéntrica, egoísta y muchas cosas; pero conmigo era otra, era alguien que necesitaba ser protegida, amada, consentida.

—Maldición, pensé que podía escapar de ti, pero por lo que veo no puedo hacerlo—Refunfuño mientras cruzaba sus brazos.

—Nunca podrás escapar de mi Rosalie Hale—dije muy cerca de su rostro.

Amanecer(Punto de vista de Renesmee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora