Amanecer(Punto de vista de Renesmee)

Capitulo 23: Eventos importantes: La fiesta.

Si ayer decía que Alice estaba histérica, hoy eso era quedarse corto. Estábamos a punto de botar la casa por la ventana. Todo el primer piso estaba lleno de flores y adornos de color dorado. El jardín

Apenas eran las 9 am, la fiesta era a las 2 pm, solo quedaban cinco horas y yo estaba que me caía de sueño, la ansiedad no me dejo dormir bien. Más temprano, el abuelo Charlie llamo para felicitar a mis padres, quince minutos después llamo la abuela Renne, aun no tuve la suerte de conocerla en persona porque ella aun no sabía de mi existencia.

Jake fue sacado de la casa por Alice, no le dejaba ver nada. Así que ahora mismo yo estoy sentada en la cama de mis padres con un montón de hebillas en el cabello y una bata muy calentita. Mi madre casi igual a mí, estaba frente al tocador con los brazos cruzados y con el ceño fruncido.

—Odio esto—señalo los ganchos de su cabello. Si había algo que la irritara eran los peinados elaborados, y todo lo que la tuviera más de una hora sentada frente un espejo. Al igual que a mí.

—Yo también—quise sacarlos de mi cabello, pero mantuve las manos quietas porque Alice pondría el grito en el cielo.

—Solo media hora más...

Suspire.

...

¡Al fin! Mi cuero cabelludo ya me estaba comenzando a doler, quería masajear mi cabeza, pero terminaría arruinando mi peinado. Durante la media hora, papá vino un par de veces a vernos, dijo que quería darnos apoyo moral. Él estaba ayudando a Alice con las últimas cosas.

Cuando ya eran las 12 me trajeron un tazón con ensalada de frutas, mi abuela estaba igual que nosotras, su precioso cabello estaba recogido en una cola alta. Estaba bellísima. Terminado de comer me aviso que Jake ya estaba por regresar, me sentí bien con eso.

Un cuarto para la una, todos ya estábamos con los trajes respectivos. Mamá sobresalía de todas, su vestido dorado con cinturón negro, su cabello en ondas. Alice la había maquillado, delineo sus ojos y le puso sombras oscuras en sus parpados.

Papá estaba con un impecable traje negro, camisa blanca, sin corbata, pero con una pequeña florcita dorada en el bolsillo del saco, su clásico cabello despeinado y su gran sonrisa. Yo estaba con mi vestido dorado, la parte de la falda era gasa con brillitos. La fina tirita dorada iba sobre la trenza que recogía mi cabello de lado. Tenía la cadenita y los aretes que me regalaron ayer.

Jake pensaba estar en la fiesta con sus típicos jeans oscuros y su camisa blanca, cuando Alice lo escucho, lo metió a su auto, se lo llevo y lo arrastro por todo el centro comercial buscando el traje perfecto. Así que ahora estaba sentado en el sofá con un traje azul, se veía muy lindo y tierno.

—Necesito una cámara—dijo Alice sacándome de mis pensamientos.

— ¿Para...?—el flash me interrumpió.

—Necesitamos fotos, muchas fotos.

Nos tuvo posando durante veinte minutos, cada pareja, Ethan y yo, con mis abuelos, con Jake, con mi papá, mamá. Con tanto flash, veía luces en donde no había. Me sentía mareada, con cuidado de no arrugar mi vestido me senté al lado de Jake y recosté mi cabeza en su hombro. Por fin paz.

—Solo nos quedan veinte minutos—alguien grito. Me fije en el reloj de la pared y estaba en lo correcto, solo quedaba un cuarto de hora para que la casa se llenara de gente.

— ¿Todos están listos?—Alice estaba muy entusiasmada.

— ¡Sí!— ¡No! Dije para mis internos.