Narra Lauren:
Después de hablar un rato más con Annie, decidimos que debíamos ir a ver a Kenzie, así que Annie le preguntó a su madre si podía llevarnos y ahora aquí estábamos.
-Empiezo a pensar que sí debimos entrar por la puerta. -Dijo Hayden, mientras escalaba.
-Teníamos que hacerlo emocionante... Además Johnny entró por aquí muchas veces y siempre le salía bien. -Respondí.
-O eso era lo que él nos contaba, subir esto cuesta un mundo...
-Solo apresurense, mis manos me están doliendo demasiado. -Pidió Annie, quien iba atrás de nosotros.
Terminamos de subir los tres al balcón, con mucha dificultad, pero lo logramos.
-Bien, ¿Ahora qué? -Preguntó Hayden.
-Este es el cuarto de Maddie, así que cuando nos vea, nos hará entrar, le explicaremos rápido la sorpresa y luego iremos al cuarto de Kenzie. -Expliqué y ambos asintieron. -Vamos.
Annie, quien estaba más cerca del balcón, comenzó a abrirlo lentamente, pero justo cuando estaba haciéndolo, oímos una voz.
-Es Kenzie. -Susurró Annie, aterrorizada.
Abrí los ojos más de lo normal y comencé a crear un plan nuevo en mi cabeza, pensando que nada podía empeorar, pero me equivocaba...
This night is cold in the kingdom
I can feel you fade away
From the kitchen to the bathroom sink and
Your steps...Mi teléfono.
Una llamada.
Por supuesto que me están llamando en el momento más inoportuno.-¡Contesta! -Chilló Hayden en silencio, mientras yo buscaba mi celular en mis bolsillos, para apagar la llamada.
Finalmente lo tomé y corté la llamada que era de Johnny, dando un suspiro de alivio.
-Eso estuvo cerca. -Reí, pero me quedé callada, al ver a Kenzie, abriendo la ventana del balcón lentamente, mirándonos atónita.
Nos miramos entre los tres y luego volví a ver a Kenz, intentando sonreír.
-¿Sorpresa?
Narra Johnny:
-No contesta. -Suspiré rendido, dejando mi celular a un lado, después de que Lauren me colgara.
-Está enojada contigo, entiéndela. -Dijo mi hermana, mientras me miraba complicada.
-Ella debería entenderme, nunca me dejó explicarle lo de Rosa.
-¿Rosa? -Preguntó confusa. -Creí que se llamaba maleza.
-¿Qué? No, Lauren le puso ese apodo porque la detesta.
-Oh... Bueno tiene sentido. -Rió y la mire serio. -La rosa es una flor y la maleza es... De acuerdo, es ofensivo.
Suspiré, lanzandome al sofá, cansado.
Mis padres, Lauren, Darían y Hayden, habían vuelto a Estados Unidos, mientras que Maddie y yo, nos habíamos quedado en Toronto.
Lauren no entendía porqué había decidido quedarme aquí, nuestra abuela ya había sanado completamente y prácticamente toda la familia, quería volver a nuestra casa de Los Angeles, pero yo no.
Estar en Canadá, había sido una experiencia muy diferente a lo regular, había conocido gente nueva y las clases en línea eran mucho mejores que ir a la escuela.