Narrador Omnisciente:
Al otro día, ninguno de los chicos había ido a la escuela y no por el hecho de que hoy les tocaba un exámen álgebra, si no porque una de sus amigas, se encontraba grave en el hospital.
Cuando Kate les había explicado lo que había sucedido, Jayden no pudo evitar soltar un par de lágrimas, a pesar de que la castaña ya se encontraba completamente consiente, le había afectado de todas maneras.
Y no solo a ella, Hayden también se encontraba mal, le había rogado a los señores Orlando que lo llevarán al hospital en cuanto él y Lauren se enteraron, pero con ayuda de Johnny para entrar en razón, esperaron hasta hoy en la mañana y en toda la noche, no pudo dormir, sintiéndose culpable.
Los demás también estaban mal, claro que no demasiado como los antes nombrados. Lo que sí había sido difícil para Kenzie, fue el hecho de tener que saludar a Johnny y Lauren, como si nada hubiese sucedido, pero lástima que en el momento de entablar una conversación, esa regla no aplicaba.
Para sorpresa de la mayoría, en la sala de espera también se encontraba Carson, quien lo único que hacía era intentar distraer a Hayley, acto que Kate agradecía infinitamente, pero que Lauren rogaba que terminará.
Johnny tampoco estaba muy contento con su presencia pero era lo que menos le preocupaba en ese momento, se mantenía ocupado dándole apoyo a su mejor amigo y llendo a las máquinas de café, junto a Brandon.
-Ya pueden entrar a verla. -Anunció Kate, volviendo de la sala.
-¿De verdad? -Preguntó Jayden, esperanzada.
-Sí, pero no más de dos personas a la vez.
-De acuerdo. -Aceptó y miró a su alrededor. -¿Quién va conmigo?
-Yo. -Dijo Hayley rápidamente y ambos entraron a verla.
Y así fue sucesivamente, hasta que llegó el turno de Lauren y Brandon.
-Hola. -Saludó Annie al verlos.
-Hola cabeza rota. -Contestó Brandon y Lauren volteó a verlo. -Es el único apodo que se me ocurrió, hoy no estoy de ánimo.
Annie rió negando y Lauren sonrió de lado, se puso al lado de la chica en la camilla y Brandon al otro.
-No te sientas mal, Ann. -Dijo Bran. -Yo me golpeé millones de veces la cabeza cuando pequeño y mírame, fresco como una lechuga.
-Claro. -Rió Annie y volteó a ver a Lauren, quien no había dicho ninguna palabra. -Creí que no vendrías.
Tomó una bocanada de aire, intentando no romper en llanto de inmediato y miró a Brandon.
-¿Nos dejarías solas un momento? -Preguntó Lauren y él castaño asintió sin reclamos, saliendo de la habitación. -Perdón, Annie.
-¿Por qué? Yo soy la única mala amiga aquí.
-No... Tenías razón.
-¿Sobre qué?
-Tal vez... -Susurró, mientras una lágrima resbalaba por su mejilla. - Tal vez si me gusta Hayden.
Annie trago en seco, mirando como su amiga se desbordaba en llanto.
-No quería admitirlo y todavía no quiero... Me siento una mierda porque él era tu novio y somos mejores amigos, sería todo un total desastre. -Explicó, sin dejar de sollozar. -Hayden, ni siquiera siente lo mismo y tampoco sé si quiero que lo haga.
Annie simplemente la observaba, sin dejar de pensar lo equivocada que estaba. Esto tal vez era incluso más difícil para Lauren que para ella.
-Te amo demasiado como para perderte solo por un estúpido enamoramiento, que ni siqueira puedo borrar.
-Lau... -Suspiró y tomó su mano, acariciando esta.
-Y aveces pienso que si me hubiera atraído Hayden desde el principio pude habértelo dicho para evitar todos los problemas que tuvimos, las veces que te llamé celosa porque ya lo pensabas, pero tampoco sé cuando comenzó a ser algo más que una amistad para mí y...
-Lauren ya está. -Interrumpió la castaña y la chica la miró, limpiando su cara con su otra mano. -No estoy enfadada contigo.
Y fue cuando la rubia lloró aún más.
-Estoy en el hospital, con una venda en la cabeza y... Lo menos que quiero es que pienses que arruinaste todo. -Admitió. -Y si estaba enojada contigo antes, porque sentía que me habías arrebatado a Hayden cuando en realidad... Él nunca fue mío tampoco.
-Ann, tenían una relación.
-Sí pero... No creo que tu seas la única que vea su amistad como solo eso. -Dijo. -Tu sabes que yo pienso que Hayden también está enamorado de ti.
-No y sí lo estuviera tampoco pasaríamos a ser nada... No podría hacerte algo así, ya te hice suficiente mal.
-No puedes controlar tus sentimientos, Lau.
-Te lo prometo.
Annie volvió a negar pero a Lauren no le importó, si sería una promesa para ella. La castaña estiró sus brazos y la rubia la abrazo como nunca.
-De todos modos tengo millones de mensajes de otros chicos así que estaré bien. -Bromeó Annie y Lauren rió. -Ve con Brandon.
-Enserio lo lamento.
-Enserio... No lo hagas.
Lauren sollozo un poco más y luego soltó la mano de su amiga, saliendo de la sala, Brandon sonrió al verla, después de todo ya se imaginaba de que se había tratado la conversación, beso la cabeza de la chica y ambos caminaron hacia la sala de espera otra vez.
Apenas podía creerlo, no sabía si era porque eran adolescentes o su signos del zodiaco, pero la forma en que Annie cambió tanto de opinión... Fue impresionante.
Nadie le preguntó a Lauren porqué lloraba por suerte, se quedó al lado de Brandon y Jayden por el resto del tiempo.
Solo quedaban Johnny y Kenzie, quienes se miraron mutuamente al ver a los chicos salir.
-¿Te molesta que vayamos juntos? -Consultó Kenzie y Johnny negó.
-No, vamos.
Los dos caminaron hacia el gran pasillo del hospital, hasta llegar a la sala de la chica.
Annie se encontraba en la camilla, con una venda en la cabeza y tapada con una manta hasta la cintura y tenía una expresión seria, hasta que vió al par entrar.
-Ay que orgulloso me hacen sentir que se hayan reconciliado solo por mi. -Dijo la castaña y ambos negaron, riendo... Sin corregirla.
-¿Cómo estás? -Preguntó Kenzie, acariciando el cabello de la chica.
-¿Yo? Estoy estupenda, creo que la caída golpeó la parte aburrida de mi cerebro, porque no he dejado de recurrir al humor cada vez que veo esta desgracia. -Explicó y volvieron a reír.
-Bueno, no es del todo malo. -Opinó Johnny y Annie sonrió de lado. -Además gracias a ti, nos saltamos el exámen de álgebra.
-¿Era hoy? -Habló Annie, sorprendida.
-¿No era de Geografía? -Preguntó Kenzie, mirándolo confusa.
-¿Lo ves? Nos salvaste.
Los tres rieron de nuevo, hasta que una enfermera les indicó que ya debían salir, se despidieron de la chica y volvieron a caminar por le gran pasillo, sin decir otra palabra más.
Al menos había sido un momento agradable junto a Annie y a pesar de que no habían reído hablando uno con él otro directamente, no habían estado dirigiéndose miradas sin sentimientos mutuamente y eso era más que suficiente, para los dos.