Narra Mackenzie:
-¿Mamá? -Consulté, con tono inocente.
-Por dios Mackenzie, ¿Por qué todavía no estas lista? -Preguntó, mirándome enfadada.
-Esa es la cosa... No quiero ir a clases.
-Wow, no escuchaba eso desde el año pasado. -Susurró Maddie.
-¿Por qué? -Habló mi madre, ignorandola.
-No tengo ganas... Además en la primera hora, tengo exámen de biología y no estudié nada. -Mentí.
-Bueno con mayor razón deberías ir, para que al reprobar tengas una lección. -Dijo la mujer y luego suspiro. -De acuerdo, este es el trato, tomas desayuno tranquila, te vistes y luego te vas caminando a la escuela, te escribiré una justificación, de porqué llegaste en el segundo período.
-Pero mamá...
-Nada de peros o te hago irte, ahora mismo. -Advirtió y asentí, bufando.
Mi madre se dió la vuelta y fue hasta la cocina, dejándonos solo a Maddie y yo.
-Es por Johnny, ¿Verdad?
-¿Qué?
-Oh vamos, yo fui quien le abrió la puerta, no te hagas la confundida.
-Ah... Creí que había entrado por el balcón.
-No, ese fue Asher.
-¿Cómo sabes?
-Escucha Kenzie, sé que nuestra pelea de ayer fue inútil y no debiste haber salido afectada sobre eso, así que no le diré a mi mamá de que dos chicos estuvieron en tu habitación al mismo tiempo, a pesar de que sé que no hicieron lo que yo imagino, sabes como lo tomaría mamá.
-Si... Gracias. -Respondí confusa y asintió, sonriendo de lado. -Iré a vestirme.
(...)
Todo el camino me fui pensando en maneras de escapar de la escuela o simplemente decirle a mi mamá que había ido, cuando en realidad estaba en casa de Casey, pero no podía.
Y no solo porque Casey no estaba en su casa, si no porque en algún momento debía enfrentar el hecho de que Johnny tenía la intención de amigarse conmigo y yo lo arruine... O eso creo.
-¡Kenzie! -Chilló Ruby, acercándose a mi.
-Hola. -Salude, sonriendo. -¿Desde cuando llegas tarde?
-Desde que comenzaron a dar las todas las temporadas de Friends de corrido, en la madrugada. -Respondió y reí.
Ambas entramos a la escuela, ya era la hora del recreo, por lo que nadie se dió cuenta de nuestra llegada, por suerte.
-¿Y dónde está Nadia?
-Se fue más temprano.. Ahora probablemente con Lauren o las gemelas. -Contestó y asentí. -¿Aún no hablan?
-¿Con Lau? -Consulté y asintió. -No, aún no.
-Bueno, ya todo se arreglará. -Sonrió e imite su acción.
Y justo en el momento, donde tuve un poco de esperanza, unos gritos comenzaron a escucharse, desde una de las mesas de la cafetería.
Ruby y yo nos acercamos a allá, sin siquiera decir una palabra y al llegar, lo único que pudimos ver antes del caos, fue le rostro de Hayden, lleno de yogurt.
-¡GUERRA DE COMIDA!
-Buena suerte. -Dijo Ruby, para luego salir corriendo.
Me quedé estática en mi lugar un momento, pensando en que demonios hacer, hasta que un trozo de lechuga cayó en mi cabello y reaccione.
-¡Ziegler! - Exclamó la voz de Jade, para luego agarrarme del brazo. -Corre, vamos.
Las dos salimos corriendo de allí, pero a pesar de estar casi afuera de la cafetería, la comida volaba por todas partes, incluso a los pasillos.
-¿Qué haces? -Pregunté, viendo cómo Jade buscaba algo en su mochila.
-Creo que tengo mantequilla de maní, aquí.
-¿Y quieres...?
-¿Tirarsela a mis hermanastras? -Interrumpió. -Exactamente, ¿Me ayudas?
-Bueno, ¿Por qué no?
No estaba para nada segura si lo que estábamos por hacer, era realmente buena idea, pero no había tiempo para pensar, o lanzabamos mantequilla de maní con cucharas a la gente o quedabas cubierto de puré de patatas y ensaladas.
Llegamos hasta la mesa de las chicas y antes de nosotras atacar primero, Katkyn le lanzó una manzana a Jade y fue cuando de verdad, tuve ganas de pelear.
Agarré mantequilla de maní y se la lanze a la chica, para después comenzar a tirarsela a todos los de alrededor, igual que ellos a nosotras.
Y extrañamente lo estaba disfrutando.
-Oye, Mackenzie. -Habló una de las rubias. -Tienes algo en el cabello.
Maya me arrojó un vaso de jugo y yo volví a lanzar mantequilla, solo que esta vez más.
-¡Kenzie, basta! -Chilló Johnny, apareciendo a mi lado. -Déjala, ya está.
-¿Qué?
Volví a ver a Maya, quien llena de mantequilla de maní, tenía el aspecto de estar apunto de llorar, mientras su hermana la abrazaba, mirándome con odio.
-Es solo un juego. -Dije, riendo incómoda, mirando a Johnny.
-Si bueno, ya fue suficiente. -Contestó y fruncí el ceño.
-¿Por qué la defiendes?
-Es mi vecina.
-Y yo soy tu... -Hablé, pero me interrumpí a mi misma. -Nada, no somos nada, tú mismo lo dijiste esta mañana.
-Sí, supongo que estoy en lo correcto.
No dije nada más, solo asentí, observando como se iba junto a las gemelas y las "ayudaba" a salir entre la multitud, por lo que sólo rodé los ojos y me concentré en buscar a Jade.
-Tengo que ir al baño.
-De acuerdo, iré por ti en un rato, antes déjame vengarme de un chico.
-Bien.
Ni siquiera le pregunté de qué chico se trataba, solo salí lo más rápido que pude de ahí y me adentre en el baño, con un nudo en la garganta. Pero al abrir la puerta del baño y estar lista para comenzar a llorar a mares, escondida en un cubículo, choqué con Lauren en el lavabo.