I'm your... #33

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Narra Mackenzie:

-¿Mamá? -Consulté, con tono inocente.

-Por dios Mackenzie, ¿Por qué todavía no estas lista? -Preguntó, mirándome enfadada.

-Esa es la cosa... No quiero ir a clases.

-Wow, no escuchaba eso desde el año pasado. -Susurró Maddie.

-¿Por qué? -Habló mi madre, ignorandola.

-No tengo ganas... Además en la primera hora, tengo exámen de biología y no estudié nada. -Mentí.

-Bueno con mayor razón deberías ir, para que al reprobar tengas una lección. -Dijo la mujer y luego suspiro. -De acuerdo, este es el trato, tomas desayuno tranquila, te vistes y luego te vas caminando a la escuela, te escribiré una justificación, de porqué llegaste en el segundo período.

-Pero mamá...

-Nada de peros o te hago irte, ahora mismo. -Advirtió y asentí, bufando.

Mi madre se dió la vuelta y fue hasta la cocina, dejándonos solo a Maddie y yo.

-Es por Johnny, ¿Verdad?

-¿Qué?

-Oh vamos, yo fui quien le abrió la puerta, no te hagas la confundida.

-Ah... Creí que había entrado por el balcón.

-No, ese fue Asher.

-¿Cómo sabes?

-Escucha Kenzie, sé que nuestra pelea de ayer fue inútil y no debiste haber salido afectada sobre eso, así que no le diré a mi mamá de que dos chicos estuvieron en tu habitación al mismo tiempo, a pesar de que sé que no hicieron lo que yo imagino, sabes como lo tomaría mamá.

-Si... Gracias. -Respondí confusa y asintió, sonriendo de lado. -Iré a vestirme.

(...)

Todo el camino me fui pensando en maneras de escapar de la escuela o simplemente decirle a mi mamá que había ido, cuando en realidad estaba en casa de Casey, pero no podía.

Y no solo porque Casey no estaba en su casa, si no porque en algún momento debía enfrentar el hecho de que Johnny tenía la intención de amigarse conmigo y yo lo arruine... O eso creo.

-¡Kenzie! -Chilló Ruby, acercándose a mi.

-Hola. -Salude, sonriendo. -¿Desde cuando llegas tarde?

-Desde que comenzaron a dar las todas las temporadas de Friends de corrido, en la madrugada. -Respondió y reí.

Ambas entramos a la escuela, ya era la hora del recreo, por lo que nadie se dió cuenta de nuestra llegada, por suerte.

-¿Y dónde está Nadia?

-Se fue más temprano.. Ahora probablemente con Lauren o las gemelas. -Contestó y asentí. -¿Aún no hablan?

-¿Con Lau? -Consulté y asintió. -No, aún no.

-Bueno, ya todo se arreglará. -Sonrió e imite su acción.

Y justo en el momento, donde tuve un poco de esperanza, unos gritos comenzaron a escucharse, desde una de las mesas de la cafetería.

Ruby y yo nos acercamos a allá, sin siquiera decir una palabra y al llegar, lo único que pudimos ver antes del caos, fue le rostro de Hayden, lleno de yogurt.

-¡GUERRA DE COMIDA!

-Buena suerte. -Dijo Ruby, para luego salir corriendo.

Me quedé estática en mi lugar un momento, pensando en que demonios hacer, hasta que un trozo de lechuga cayó en mi cabello y reaccione.

-¡Ziegler! - Exclamó la voz de Jade, para luego agarrarme del brazo. -Corre, vamos.

Las dos salimos corriendo de allí, pero a pesar de estar casi afuera de la cafetería, la comida volaba por todas partes, incluso a los pasillos.

-¿Qué haces? -Pregunté, viendo cómo Jade buscaba algo en su mochila.

-Creo que tengo mantequilla de maní, aquí.

-¿Y quieres...?

-¿Tirarsela a mis hermanastras? -Interrumpió. -Exactamente, ¿Me ayudas?

-Bueno, ¿Por qué no?

No estaba para nada segura si lo que estábamos por hacer, era realmente buena idea, pero no había tiempo para pensar, o lanzabamos mantequilla de maní con cucharas a la gente o quedabas cubierto de puré de patatas y ensaladas.

Llegamos hasta la mesa de las chicas y antes de nosotras atacar primero, Katkyn le lanzó una manzana a Jade y fue cuando de verdad, tuve ganas de pelear.

Agarré mantequilla de maní y se la lanze a la chica, para después comenzar a tirarsela a todos los de alrededor, igual que ellos a nosotras.

Y extrañamente lo estaba disfrutando.

-Oye, Mackenzie. -Habló una de las rubias. -Tienes algo en el cabello.

Maya me arrojó un vaso de jugo y yo volví a lanzar mantequilla, solo que esta vez más.

-¡Kenzie, basta! -Chilló Johnny, apareciendo a mi lado. -Déjala, ya está.

-¿Qué?

Volví a ver a Maya, quien llena de mantequilla de maní, tenía el aspecto de estar apunto de llorar, mientras su hermana la abrazaba, mirándome con odio.

-Es solo un juego. -Dije, riendo incómoda, mirando a Johnny.

-Si bueno, ya fue suficiente. -Contestó y fruncí el ceño.

-¿Por qué la defiendes?

-Es mi vecina.

-Y yo soy tu... -Hablé, pero me interrumpí a mi misma. -Nada, no somos nada, tú mismo lo dijiste esta mañana.

-Sí, supongo que estoy en lo correcto.

No dije nada más, solo asentí, observando como se iba junto a las gemelas y las "ayudaba" a salir entre la multitud, por lo que sólo rodé los ojos y me concentré en buscar a Jade.

-Tengo que ir al baño.

-De acuerdo, iré por ti en un rato, antes déjame vengarme de un chico.

-Bien.

Ni siquiera le pregunté de qué chico se trataba, solo salí lo más rápido que pude de ahí y me adentre en el baño, con un nudo en la garganta. Pero al abrir la puerta del baño y estar lista para comenzar a llorar a mares, escondida en un cubículo, choqué con Lauren en el lavabo.

𝚅𝚘𝚕𝚟𝚎𝚛 𝚊 𝚂𝚎𝚛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora