The end. #100

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Narrador Omnisciente:

-¡Ruby, la puerta! -Exclamó su madre, desde algún lugar de la casa.

La rubia bufó y sin esperar otro grito mucho más enojado de la mujer, fue hasta la planta baja a abrir la puerta.

-¡Felices dos años! -Chilló Ashton, lanzándose a los brazos de su novia.

Pero mientras el chico sonreía orgullosamente por el ramo de rosas que tenía en su mano, Ruby se quería golpear a sí misma.

Había olvidado su aniversario.

Ashton se separó del abrazo y sin tiempo para hablar, besó los labios de la rubia en un rápido y corto beso, para luego volver a sonreír.

-¿Sucede algo? -Preguntó al ver la expresión de la chica.

-Nada, es solo que... mi sorpresa todavía no estaba lista.

-Oh no te preocupes, la disfrutaré de todas maneras, tú estás involucrada después de todo.

Ruby sonrió por el cumplido de su novio y besó su mejilla, para luego llevarlo por los hombros hasta el sofá.

-Vuelvo enseguida. -Dijo y salió corriendo escaleras arriba.

Fue hasta la habitación de Nadia, que aún se encontraba con los chicos, tomó todos sus cojines, luego al cuarto de su hermano menor que se encontraba en el patio de la casa, tomó su máquina de palomitas que por suerte estaba lista para ser utilizada y corrió a su habitación.

Prendió la televisión, puso mantas en las cortinas, oscureciendo la habitación, prendió la televisión dejándola en el inicio de netflix, acomodó los cojines en su cama, la máquina de palomitas y finalmente escribió en una cartulina "te amo" con la mejor letra que pudo.

Volvió a la planta baja, sintiéndose completamente aliviada, interrumpió la conversación de su padre y Ashton, tomó la mano del chico y ambos fueron hacia la habitación.

-No puedo creerlo. -Susurró el castaño al ver el lugar.

-Sé que no es demasiado, pero honestamente...una noche de películas contigo es lo mejor de la vida. -Admitió Ruby y Ashton sonrojandose un poco, volvió a darle un corto beso, para luego ambos tirarse a la cama.

Tal vez era extraño a los ojos de los demás, que chicos de tan solo trece años tuvieran una relación tan estable y casi perfecta, pero ellos realmente se amaban y eso era lo único que importaba.

(...)

El único sonido que se oía en el lugar, era el del aire acondicionado, pues ninguno de los dos decía nada y tampoco planeban hacerlo.

Pero aveces el amor le gana al orgullo...

Johnny se sentó al lado de Kenzie, aún sin decir nada, pero apenas su espalda tocó la pared completamente fría, dió un salto del frío.

-¿Como es que puedes estar sentada así?

-No está tan helado. -Respondió Kenzie y el castaño levantó una ceja. -Bien, para MÍ no está tan helado.

Johnny rodó los ojos divertido y volvió a acomodarse a su lado, con la diferencia de que esta vez no apoyo su espada en la muralla.

-Hace tiempo que no estabamos a solas. -Murmuró Kenzie, mirando hacia el techo. -Bueno, ignorando el secuestro de ayer, no nos veíamos así, desde...

-Desde navidad. -Susurró y Kenzie asintió. -Bueno.. Deberíamos aprovecharlo.

-¿A que te refieres?

𝚅𝚘𝚕𝚟𝚎𝚛 𝚊 𝚂𝚎𝚛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora