Dream. #84

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Narra Kenzie:

Adiós vacaciones y hola escuela.

Al entrar todo se sentía igual, todos con la máxima energía de querer salir de allí lo más pronto posible y los maestros no se veían diferentes.

Además hacia un frío horripilante y no estaba para nada preparada, pues los jeans rasgados no servían de mucho.

Eran las 7:42 de la mañana y no encontraba a ninguno de los chicos, otro momento más para extrañar a Jade.

Me senté en una de las bancas del patio vacío y tome mi celular, intentando distraerme en Instagram.

-¿Tienes frío?-Pregunto una voz delante de mí, subí la mirada y por un momento quedé petrificada.

El chico era moreno, tenía el pelo castaño y sonreía abiertamente, con las manos en sus bolsillos.

La pregunta era, ¿Por qué Ashton me estaba hablando? Nunca había tenido ninguna charla con él y todos lo tachaban como el chico malo de la escuela y también, el peor enemigo de Johnny.

-Sí, un poco. -Conteste riendo nerviosamente, esperando a que siguiera su camino.

Pero no.

Volvió a sonreír aún más y se sentó a mi lado, entregándome su chaqueta.

-¿Q-que?

-Tomala, yo estoy bien.

-No puedo hacerlo...

-¿Por qué? Estás muriendo de frío y yo de calor, aceptalo. -Insistió y me mantuve con la mirada en un punto fijo. -Puedes devolverme la luego del primer período, no es una molestia.

Miré mis manos rojas del frío una vez más y finalmente tomé la chaqueta, poniéndomela de inmediato.

-Gracias de verdad.

-Denada de verdad.

Ambos reímos y tocaron el timbre, nos levantamos y volvió a sonreír.

¿No sé cansaba de hacerlo?

-Buscame en la sala de música. -Dijo y luego besó mi mejilla.-Nos vemos, Kenz.

No respondí, tomé mis cosas y me dí la vuelta para ir a la sala de química, pero al voltearme, Johnny estaba observando desde un rincón.

Ay no.

Estaba por correr hacia él cuando negó rodando los ojos y se fue hasta quien sabe dónde.

Muy bien Mackenzie, acaba de empezar el día y ya la cagaste.

(...)

-Recuerdan hacer la tarea de la página cincuenta y cuatro. -Dijo el maestro y sonreí, porque la clase ya había acabado.

Pero cuando puse un pie fuera de la sala, una mano me tocó mi hombro, Maya.

-Hola... -Saludé un poco insegura.

-Hola, ¿Qué tal el regreso?

-Bien, supongo. -Conteste y luego fruncí el ceño. -¿Sucede algo?

-¿Por qué lo dices?

-Es solo que ya sabes, nosotras nunca...hablamos.

-Oh, buen punto.-Río y sonreí incómoda. -Quería preguntarte sobre Lauren.

𝚅𝚘𝚕𝚟𝚎𝚛 𝚊 𝚂𝚎𝚛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora