I need you. #77

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Narrador Omnisciente:

-¡Suficiente de tus juegos a tu habitación! -Exclamó el hombre, ante  la  confesión de su hijo, mientras  se  acercaba a él amenazante.

-¿Crees que es un juego? -Preguntó Asher. -Es la verdad, así que acéptalo.

El hombre no respondió, sólo llevó su mano a su mejilla y le dió una fuerte cachetada, dejando a todos los de la mesa, impactados.

-Sal de mi vista.

Asher ni siquiera lo miró otra vez, solo se dió la vuelta y se fue a su habitación, lo más rápido que pudo

Cerró la puerta de un portazo y comenzó a llorar, desesperadamente. Golpeó la pared con fuerza y dió un grito en la almohada, hasta que se miró al espejo y se calmó.

Volvió a controlar su respiración y se sentó en el suelo, volviendo a llorar, sólo que está vez con menos rabia y mucha más tristeza.

Tomó su celular, viendo como sus nudillos ahora estaban rojos y suspiró, intentado que su voz dejará de temblar, para hablar, pero no lo logró.

-¿Puedes venir? -Preguntó, por la llamada, asustado por su respuesta.

-¿Qué pasa? -Contestó la voz del chico, pero solo recibió como respuesta más sollozos del castaño. -Asher, ¿Dónde estas? -Preguntó ahora, firme.

-En mi casa.

-¿Qué sucedió?

-Yo... -Habló y luego volvió a romperse. -Te necesito.

-Estoy en diez minutos allá.

Casey cortó la llamada, tragando el nudo que y tenía en su garganta, por escucharlo así.

Salió de la cocina y caminó rápidamente hacia la sala, donde se encontraba la puerta, pero cuando estaba por abrirla, una voz lo interrumpió.

-¿A dónde crees que vas? -Preguntó su madre, caminando hacia él.

El rubio se dió la vuelta y dió un suspiro, mientras que sus tíos y primos pequeños, miraban atentos la escena.

-Vamos a la cocina. -Indicó su madre, al notar todas las miradas. -¿Qué sucede hijo?

Casey seguía sin decir nada, no sabía cómo explicar que debía salir ahora mismo cuando estaba por ser media noche y era navidad.

-Es Asher... -Murmuró con un hilo de voz, mirándo hacia el suelo.

La mujer lo contempló por unos segundos y fue cuando el rubio subió la mirada, cuando supo que no podía dejarlo sufrir así.

-Vuelve en menos de una hora. -Contestó su madre y Casey sonrió abiertamente, haciéndola sonreír también.

-¡Gracias! -Chilló, abrazándola y estaba por salir corriendo, cuando volvió a detenerlo.

-Cas... Invitalo aquí si quieres. -Dijo y el rubio asintió.

-¡Te quiero!

Su madre suspiró y la puerta de entrada fue cerrada, dándole a saber que ya se había ido, por lo que volvió a la sala, viendo a sus familiares confundidos.

-Adolescentes.

(...)

Alguien tocó la puerta de su habitación y el castaño se levantó, de golpe, abriéndola encontrando a Casey, quien se encontraba lleno de sudor, pues había corrido demasiado y aunque hacía mucho frío, el chico no dejaba de jadear aire.

Asher solo fue capaz de sonreír al verlo, se acercó a él y lo rodeó con sus brazos, abrazándolo como nunca había abrazado a nadie antes.

El rubio avanzó con su mejor amigo entre sus brazos, cerró la puerta y ambos se sentaron en la cama, donde ahora sí, Casey lo abrazó y comenzó a consolarlo.

𝚅𝚘𝚕𝚟𝚎𝚛 𝚊 𝚂𝚎𝚛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora