Cap 19

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Estando en la ducha, bajo el agua caliente me llevé las manos a mi cara para tapar mi rostro que no había dejado de estar rojo. No podía creer lo que había pasado hace unos minutos en la habitación de Dinah.

¡La había besado! ¡Besé a Camila y ella me correspondió!.

Salté de felicidad en la ducha lo cual fue mala idea por que terminé cayendo. Me quejé de dolor y luego me levanté llevándome una mano a mi trasero para quejarme nuevamente. Eso no quitaba la sensación de felicidad que recorría todo mi ser.

–¿Lauren estás bien, qué fue eso?–escuché a Camila que al parecer ya había terminado con su baño, ella todavía sonaba avergonzada. Podía imaginarla con las mejillas rojas y jugando con sus dedos nerviosa mientras se mordía el labio.

–Ahm sí, no fue nada–me las arreglé para decir.

Luego del beso nadie dijo nada más, sólo lo necesario para ponernos de acuerdo con la ropa que me prestaría la rubia y cuál baño utilizaríamos cada una. Camila dijo que utilizaría el de invitados y yo podía usar el que estaba en el habitación de Dinah, luego nos reuniríamos para hablar de lo que pasó o eso creía.

No estaba segura sobre lo que podía venir a continuación. Ella simplemente podía decir que besarnos había sido un error, que me correspondió por curiosidad o, no lo sé, tal vez que sentía algo por mí y le apetecía besarme. Esperaba que dijera algo como lo último pero realmente no lo sabría si no hablaba con ella primero, sólo tenía que buscar el momento adecuado y sacar el tema cuando Dinah no estuviera cerca.

Terminé con mi aseo y miré la ropa de Dinah que Camila había dejado para mí, era un poco grande pero supongo que me serviría de todas formas. Tomé el pantalón corto de pijama y lo pasé por mis piernas para luego tomar una camisa negra y pasarla por mi cabeza. Las prendas me quedaban algo anchas pero definitivamente era mejor a lo que tenía en mi casa.

Cuando iba a salir del baño, justo en el momento en el que puse mi mano en la perilla de la puerta una idea cruzó en mi cabeza. Hablaría con Camila antes de dormir, siempre lo hacíamos y eso no tenía por que cambiar. Sólo esperaba que ella quisiera dormir conmigo y no se quedara  con Dinah en su habitación.

Salí del baño y me encontré con Camila acostada en la cama de la más alta mirando su celular. Llevaba su pijama rosa que siempre usaba acá y se veía condenadamente adorable. Arrugaba su nariz mientras deslizaba sus dedos por la pantalla, no pude evitar sonreír. Me fui acercando lentamente tratando de no hacer mucho ruido con cada paso que daba, cuando estuve lo suficientemente cerca me agaché para quedar a la altura con su cara.

–Hola–susurré, moviendo mi mano frente a ella. Pegó un pequeño brinco en la cama y dejó caer su celular para luego llevar su mano al pecho.

–¡Lauren!–dijo esto golpeando uno de mis brazos–Al menos finge que te dolió, me has asustado–fingió molestia. Reí por lo que dijo.

–¿Auch?–agarré donde me había golpeado riendo.

–Eres muy mala actuando–fue su turno de reír.

–Oh discúlpame por no actuar tan bien–levanté mis manos y comencé a hacerle cosquillas, posicionándome encima de ella con cada pierna en sus costados.

–Detente...Lauren....para...–decía como podía entre risas. Sus ojos brillaban y sus mejillas estaban tomando color. Eso fue todo para mí.

–Camila–susurré antes de bajar y besar sus labios. La besé lento,  queriendo saborear sus labios por más tiempo y recordar lo suaves que eran. Ella puso sus manos en mi pecho, pensé que me alejaría de ella pero fue todo lo contrario, sus manos se aferraron a mi camisa correspondiendo el beso con la misma ternura con que lo había iniciado yo.

–Lauren–suspiró sobre mis labios luego de separarnos en busca de aire.

Abrió sus ojos lentamente para mirarme sólo un instante y continuó besándome, esta vez con más intensidad. Sus manos fueron subiendo por mis brazos acariciándolos suavemente, se detuvieron en mi cuello. Movió su mano derecha a mi espalda pero no se detuvo. Siguió su camino hasta llegar al borde de mi camisa y metió su mano para acariciar ahora mi piel. Un jadeo salió de mis labios cuando lo hizo y ella aprovechó para morderme el labio, atacar mi boca nuevamente finalizando por succionar mi lengua.

–Chicas–escuchamos la voz de Dinah que probablemente venía por el pasillo y dejamos de besarnos pero no me quité de encima de Camila.

La miré asustada y ella hizo lo mismo, tenía sus labios hinchados y las mejillas sonrojadas lo que me provocaba besarla de nuevo. Los pasos cada vez se escuchaban más cerca y cuando la perilla de la puerta comenzó a girar Camila se levantó de golpe provocando que cayera al suelo.

–Terminé de limpiar la cocina con mi mamá...¿por qué diablos estás allí abajo y por qué estas roja?–preguntó mirándome con una de sus cejas levantada, luego miró a Camila detenidamente–¿De hecho...por que las dos están rojas, pasó algo?–preguntó con interés mirándonos a ambas.

–N-no...yo...ella no....–decía torpemente Camila.

–¡Ay Dios!–exclamó Dinah de repente, llevándose las manos a la boca–Ustedes dos iban a tener sexo en mi cama–finalizó con una expresión de asco.

–¡¿Qué?!–hablamos al mismo tiempo la morena y yo. Sonrojándonos más, si eso era posible a estas alturas.

–T-te equivocas–dijo Camila pero la rubia la ignoró por completo.

–Aquí no, en mi habitación no, es mi lugar sagrado. Ustedes dos pueden ir a hacer sus cochinadas en otra parte pero en mi habitación no–habló acercándose a nosotras, tomó a Camila del brazo levantándola de la cama.

–Oye–se quejó.

Luego tomó mi brazo haciendo lo mismo que con la morena.

–¿Qué haces?–dije cuando ella nos comenzó a empujar hacía la puerta.

–Las echo de mi habitación, pueden usar la de invitados como siempre sólo que no hagan mucho ruido, no quiero que molesten a mi padres–contestó cuando nos sacó al pasillo–tampoco quiero escuchar lo que van a hacer–susurró lo último y cerró la puerta.


La Dama y Jauregui (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora