Cap 23

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Feliz

Esa era la palabra, yo estaba feliz. Todo eso gracias a Camila. Estar con ella me hacía sentir tan bien, no sólo eran los besos que compartíamos sino todo en general. Toda ella. 

Continúe con mi extraña danza de felicidad que había estado haciendo después de que Camila se fuera y lo hubiera continuado haciendo de no ser por unos golpes en la puerta.

¿Camila habría olvidado algo?

Caminé hasta la puerta decidida a abrir.

–Camila que...–dije apenas abrí pero me sorprendió no ver a nadie allí.

Mirar a los lados sería inútil por que el lugar estaba cerrado así que miré la única vía para entrar y salir, nada. No parecía haber alguien merodeando por ahí, aunque tampoco es que pudiera ver mucho con la oscuridad de la noche más la poca iluminación del lugar. Miré por última vez, inspeccionando la zona y me dí cuenta de que una caja azul estaba en la entrada. La tomé y me metí a mi casa cerrando la puerta. Tenía curiosidad por saber que traía la caja y más por saber de parte de quién era.

Busqué alguna tarjeta que me dijera quien había mandado la caja pero no había nada. Sin esperar más la abrí. Una chaqueta negra de cuero perfectamente acomodada se encontraba adentro y encima de ella una tarjeta amarilla. Tomé la nota para ver lo que tenía escrito.  Primero leería lo que decía luego me encargaría de castigar a Camila por esto. Claramente le había dicho que no la comprara.

"Úsala mañana, se te veía genial cuando te la probaste. 

        Por favor no te enojes conmigo".

Suspiré.

Agarré la chaqueta con cuidado extendiéndola sobre el colchón. La verdad es que esa chaqueta me había gustado desde un principio cuando Camila me la mostró. Pero yo no podía permitirme algo así, era eso o no comprar las pocas cosas para comer que me alcanzaban con lo que me robaba y eso no era una opción. Ya sabía lo malo que era estar días enteros sin comer y no quería volver a repetirlos.

Revisé la tarjeta amarilla para ver si tenía algo más y efectivamente, al otro lado había un mensaje. Me apresuré a leerlo.

"Después de que saques la chaqueta fíjate muy bien adentro de la caja, encontrarás algo que te será muy útil.

PD: De verdad no te enojes conmigo, Lolo. <3"

Metí mi mano en la caja para fijarme como decía en la nota. Pude saber lo que era sin siquiera mirar dentro. Esa chica si que era terca. Saqué del fondo de la caja un celular, no era nuevo, lo sabía por que se lo había visto a Camila en varias ocasiones, pero estaba casi como uno. Pensé en dejarlo donde lo encontré y devolvérselo mañana cuando la viera, aunque no pude hacerlo ya que el celular comenzó a vibrar indicando que un mensaje había llegado. Pegué un pequeño brinco del susto provocado por el aparato.
En la pantalla salía el nombre de Camila así que me apresuré a leer el mensaje que ella había enviado.

Camila:

    Lolo!!
 
    Creo que era un problema que estuvieras incomunicada conmigo

    Y con Dinah, por supuesto...

Sonreí. Ella era tan adorable.

Después de lo que fueron unos minutos le contesté el mensaje con que hablaríamos mañana sobre esto. Tal vez ella tuviera razón con eso de que estaba incomunicada, también necesitaba contactar con ella para lo del trabajo o quizás para alguna tarea o para alguna emergencia,  no lo sé, tal vez si me sería útil.

Como era la primera vez que tenía un celular comencé a ver como funcionaba el aparato. No fue tan difícil como pensé, todo era muy sencillo de manejar. Revisé de nuevo la caja y en ella había otro pequeño aparato con un cable, pero luego le preguntaría a Camila para que servía eso. Guardé la chaqueta de nuevo en la caja, después de todo no tenía otro lugar para guardarla y que no se ensuciara. La dejé junto a las bolsas con ropa que habíamos comprado esa tarde. Estaba lista para dormir cuando el celular comenzó a vibrar de nuevo.
Otra vez era ella.

Camz:
  
     Buenas noches Lern, duerme bien <3

Una pequeña sonrisa se formó en mis labios después de leer su mensaje.
   
               Buenas noches, Camz.        
              Nos vemos mañana ;)

Esta noche dormiría con una gran sonrisa, de eso podía estar segura.


Eran las 8:30 am y me encontraba justo en frente de la gran puerta de la casa de los Cabellos. Camila me había llamado temprano esa mañana para decirme que su papá quería verme a esa hora en su casa. Ahora estaba viendo lo útil que era el celular. Me vestí con un pantalón negro, unas botas de combate, una camisa básica blanca y obviamente la chaqueta de cuero. Todo lo había comprado Camila el día anterior. No estaba segura de como luciera en este momento, intenté arreglar un poco mi cabello pero seguía algo rebelde y conocer al señor Cabello me dejaba más nerviosa. Según Camila su papá era un poco menos rudo, por decirlo de alguna manera, que su mamá.

Luego de mi charla motivacional conmigo misma toqué el timbre. Me arrepentí al instante. ¿Y si él abría la puerta? ¿Y si no me daba el trabajo? ¿Y si se daba cuenta de lo que estaba pasando entre su hija y yo?. Con esta última pregunta en mi cabeza pensé en salir corriendo de ese lugar,  quería seguir viviendo y morir en las manos de un padre celoso ciertamente no estaba en mis planes.

Lentamente la puerta se fue abriendo mostrando a una señora con uno de esos típicos trajes de sirviente. La señora se aclaró la garganta para luego hablar.

–Usted debe ser la señorita Jauregui–me miró de arriba abajo–El señor Cabello la está esperando. Acompáñame, por favor–dijo en un tono serio y sin darme la oportunidad de contestar algo comenzó a caminar.

Caminé detrás de ella con mis manos pegadas a mis costados que no dejaban de sudar y seguramente estarían frías. No aparte la mirada de la mujer, de todos modos había estado antes en esta casa como para ponerme a mirar los detalles y finos acabados que tenía cada cosa. En su lugar me concentré hacia donde me estaba llevando la señora. 

Paró frente a una puerta doble de madera, tocó suavemente con los nudillos y avisó de mi presencia.

–Adelante–se escuchó una voz grave decir.  Tragué en seco.

Era el momento, conocería al papá de Camila. Y no lograba entender por qué estaba tan preocupada por eso. 


La Dama y Jauregui (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora