Mierda.
Esto no estaba bien, para nada bien.
Mi madre nos había atrapado y ahora estaba abajo esperando por nosotras. Podía imaginármela, caminando de un lado a otro mientras mantenía sus brazos cruzados. Al menos eso era lo que hacía normalmente cuando se molestaba, pero esto era una situación totalmente distinta. Ella debería estar furiosa insultando a todo aquel que respirara o siquiera se dignara a mirarla y todo porque había encontrado a su hija en la cama....con otra chica.
Miré a Lauren que seguía desnuda en la cama. En su rostro se reflejaba lo aterrada que estaba, aunque yo no estaba mejor. Intenté calmarme tomando respiraciones profundas, no estaba funcionando como esperaba. Me sentía nerviosa al pensar que teníamos que bajar cuanto antes o sino mi madre vendría a sacarnos. Ella sería capaz de eso, la conocía.
–Camz...–la voz preocupada de Lauren llamó mi atención–¿Qué vamos a hacer?.
Solté un suspiro, no tenía idea de lo que pasaría ahora.
–Lo mejor será que nos vistamos y bajemos, no es bueno hacerla esperar–dije levantándome a la vez que recogía mi ropa.
Nos vestimos en silencio, sin mirarnos en ningún momento. Era obvio que cada quien estaba metida en sus propios pensamientos. Caminé a la puerta una vez que terminamos de vestirnos, seguida por Lauren. Me detuve después de abrir la puerta, girando para mirarla.
–Mira–comencé–no sé que pasará ahí abajo pero quiero que sepas que pase lo que pase no dejaré que nos separen, ¿bien?–terminé, tomando su rostro en mis manos.
Asintió luciendo angustiada.
Me acerqué un poco más para así poder dejar un último beso en sus labios y luego caminar hacia las escaleras. Bajamos nuevamente en silencio y cuando llegamos al pie de estas pudimos observar a mi madre junto con dos tipos de seguridad. Nos acercamos lentamente hasta quedar frente a ellos. Mi madre nos miraba con asco, intercalando su mirada. Cada vez que sus ojos se posaban en mi podía ver enojo y decepción en ellos.
Nadie dijo nada en lo que parecieron ser minutos, que para mí se hicieron eternos. Aumentando más la tensión.
–No puedo creer que me hagas esto, Karla–habló mi madre por primer vez, fingiendo dolor en su voz.
–No te hice nada–contesté entre dientes.
–¿Es que no ves lo que estabas haciendo?. Estabas revolcándote con esta–miró con desprecio a Lauren–No quisiera imaginar lo que diría la gente si se enteraran de esto–llevó una mano hasta su frente, negando con la cabeza.–No me importa lo que diga la maldita gente–dije molesta.
–Pero eso destruiría nuestra imagen ante la alta sociedad, ¿no lo entiendes?.
–Eso me importa tan poco, Lauren es mi novia y si eso te molesta es tu problema–solté mirándola a los ojos, remarcando la palabra novia.
–¿Novia?–preguntó sorprendida–Es una mujer, ¿cómo vas a estar con una?. Eso no es bien visto, no es correcto–dijo después de algún tiempo.
–Mire, señora...–intentó hablar Lauren pero mi madre la interrumpió.
–Tú cállate–la miró con odio–No voy a permitir que mi hija sea una desviada–se acercó peligrosamente a nosotras.
–¡No puedes hacer nada!–casi grité–¡No vas a cambiar nada de lo que siento por Lauren!–dije hablando un poco más fuerte.
Cerré los ojos cuando sentí un golpe en mi mejilla.
