Desperté abriendo un poco mis ojos, mirando a mi alrededor. Esta no era mi casa, no era la de Dinah, ni siquiera era la de Camila.
Entonces, ¿dónde demonios estaba?.
Paseé mi vista por el lugar dándome cuenta de que me encontraba en una habitación con paredes de madera y una decoración algo rústica. La cama en donde estaba era grande y el lado izquierdo de esta indicaba que alguien había dormido ahí también. Y en la única persona que podía pensar era en Camila, quién más habría dormido conmigo si no era ella.
Volví a recostarme cerrando mis ojos para intentar dormir de nuevo. Pasaron tan sólo unos minutos cuando escuché la puerta abrirse seguido de unos pasos que se acercaban lentamente a la cama. Sentí el colchón hundirse a mi lado y unos brazos envolverse en mi torso.
-¿Estás despierta?-escuché una voz preguntar.
Sonreí reconociéndola al instante, no dije nada sólo abracé su cuerpo como respuesta. Ella soltó una pequeña risita.
-Lolo, despierta-habló subiéndose encima de mí, sus piernas a cada lado de mi cuerpo y su cabeza apoyada en mi pecho.
-Mhm.
-Vamos, levántate-dejó un pequeño beso en mi mentón.
-No quiero-dije negando con la cabeza.
Luego de eso sentí un leve mordisco.
-Auch-abrí mis ojos por la sorpresa-¿a caso acabas de morderme un pecho?.
-Nooo....-contestó riendo-Vamos levántate-pidió de nuevo.
-Ya dije que no quiero, y ahora que estás aquí menos-en un movimiento rápido nos cambié de posiciones, haciendo que ella quedará debajo de mí.
La escuché reír cuando escondí mi cabeza en su cuello.
-Me estabas aplastando, Lauren-me dijo, sin embargo no hizo nada para quitarme-¿Podrías mirarme?.
Lentamente levanté mi cabeza para mirarla, ella seguía sonriendo con su lengua entre sus dientes. Eso era algo que me encantaba en Camila, se veía sumamente adorable cuando lo hacía. Con sus manos tomó mi rostro y lo acercó al suyo dejándolo a tan sólo unos centímetros.
-Feliz-me besó-cumpleaños-dejó otro beso.
-Vaya, quisiera despertar así todos mis cumpleaños-contesté con una gran sonrisa.
-No te preocupes, me encargaré de que así sea de ahora en adelante-dijo segura.
Mi corazón golpeó con emoción mi pecho ante sus palabras, sintiendo las mariposas en mi estómago revolotear. Algo que pasaba con frecuencia cuando estaba con Camila. Lo que había dicho...eso significaba que ella quería seguir conmigo en un futuro.
-Ahora vamos que el desayuno está listo-continuó hablando.
Me moví para que ella pudiera levantarse, haciéndolo yo también. Luego recordé que no sabía dónde estábamos, así que decidí preguntarle.
-Oye Camz-la llamé.
-¿Si?
-¿Dónde estamos?-pregunté al fin.
-Oh-pareció recordar algo-Sobre eso...esta es la cabaña de los padres de Shawn, él nos dijo que podíamos hacerte la fiesta aquí-terminó jugando con sus manos.
-Muy gentil de su parte-dije después de algún tiempo.
Me miró nerviosa, sabía que quería decir algo más.
