"Para Camz:
Tu madre regresó a casa de la señora Miller esta tarde para impedir que escapara contigo. No sé cómo, pero se dio cuenta y al parecer estará vigilándonos en la playa cuando nos encontremos. Tranquila no dejaré que nos separe, porque me están ayudando.
Tengo un plan.
PD: Te amo
Lauren"
Esa idiota ojiverde me había asustado de verdad, pero habían unas cosas en esa nota que me dejaron confundida.
Primero, ¿por qué escribió que mi madre había regresado?. ¿Es que ya había ido antes?.
Segundo, ¿ayuda de quién?
Y por último, ¿qué clase de plan tenía?.
Confundida por lo que acababa de pasar decidí regresar a casa. Esperando por el taxi que me iba a llevar de regreso pude observar como un auto negro se alejaba. Lo reconocí al instante. Por supuesto que era mi madre, Lauren tenía razón y seguramente había escuchado todo. No quería ni pensar en lo que diría cuando llegara a casa.
El taxi tardó unos minutos más en llegar, cuando lo hizo subí inmediatamente a los asientos de atrás dándole la dirección al conductor. Tiré mi cabeza hacia atrás, cerrando los ojos mientras escuchaba la canción que sonaba en la radio de fondo. Rápidamente llegamos al destino, luego de pagar y agradecerle al chófer bajé del auto con mis cosas. Me quedé por un momento pensativa preguntándome por dónde debería entrar ahora. No tenía caso que entrara por detrás si ella ya me había visto, ¿cierto?.
Así que caminé hasta el gran portón de la entrada pasé ignorando a los dos tipos de seguridad y seguí hasta la puerta. Allí me abrió una de las empleadas con algo de asombro, también la ignoré. Entonces vi a mi madre sentada en ese costoso sillón con una copa en su mano. Ella sonreía sin mirarme, pero estaba segura de que me vio cuando entré. Su expresión era de total satisfacción, seguro pensando que había logrado su cometido. Mi ceño se frunció mientras la miraba casi olvidando que tenía que fingir por ahora. Rápidamente subí a mi habitación tiré el bolso al lado de la puerta y me dejé caer en la cama sonriendo. Por fin a la gran Sinhue no le funcionaban las cosas. Pronto todo acabaría.
Estaba por quedar dormida cuando mi celular comenzó a sonar. Adormilada, llevé mi mano hasta el bolsillo de mi abrigo que no me había molestado en quitar. Entrecerrando mis ojos por el brillo de la pantalla miré el mensaje que acababa de llegar. Era Dinah, un poco decepcionada porque no era la persona que esperaba le contesté a mi amiga. Justo al terminar de enviarle mi respuesta, una llamada entrante se hizo presente. Sonreí, esta vez si era ella.
"Hey, Camz"–saludo alegre.
–Eres una idiota, casi me da algo. Pudiste haberme avisado o algo–fue lo primero que dije.
Del otro lado de la línea escuché su risita.
"Hasta crees que voy a dejarte"–contestó–"¿De verdad estás enojada?"–preguntó después de algún tiempo.
–No, pero me confundes.
"Siento eso, ahora escucha, acerca del plan, no tienes que preocuparte por eso. Nos encargaremos de todo"–su voz se volvió más seria.
–Lauren, ¿quienes...?–no pude terminar porque ella rápidamente habló.
"No puedo decirte, no ahora. Creo que lo mejor será que cuelgue, no quiero que sospechen más"
–Bien–dije en un susurro.
"¿Y Camz?"
–¿Si?–pregunté, esperando por lo que diría mientras escuchaba su respiración.
