Cuatro meses después.
La campana que se escuchaba en todo el edificio marcó el final de las clases, todos los estudiantes se apresuraban a salir del lugar. Caminaba hacia la salida junto a mi amiga, las dos conversando de lo que haríamos cuando las clases acabaran para nosotras. Estábamos en nuestro último año, a unas cuantas semanas de salir.
–Dios, estos exámenes finales me estaban matando–dijo Dinah cansada.
–Mira el lado bueno, ya los terminamos. Ahora sólo nos queda la graduación–le dije igual de cansada que ella.
Nos habíamos matado estudiando para no reprobar ninguna materia. Tuvimos que cambiar nuestras noches de películas por noches de estudios, aunque eso no nos impidió salir de vez en cuando a divertirnos. Cruzamos la gran puerta del edificio encontrándonos con Lauren y Shawn, quienes estaban conversando muy animados. Ellos se habían vuelto más cercanos desde el cumpleaños de la ojiverde. Ahora el chico pasaba más tiempo con nosotras.
–Camz–dijo apenas llegué a su lado, envolviendo mi cintura con sus brazos y dándome un beso.
–Hola, chicas–saludó el castaño.
Dinah sólo movió la cabeza en respuesta. Me acerqué a él y lo saludé con un beso en la mejilla. Comenzamos a caminar hasta el estacionamiento donde se encontraba el auto de Shawn. El de Dinah se había descompuesto hace un par de semanas así que se ofreció a ser "nuestro chófer" como él había dicho.
–¿Entonces cómo les fue en el examen?–pregunté una vez que llegamos al auto.
–Sabes que no se me da mal estudiar y todo eso–el castaño se encogió de hombros, restándole importancia.
Miré a Lauren para que me diera su respuesta. Ella me regaló una gran sonrisa y también se encogió de hombros.
–Nunca un examen había sido tan fácil, además esas sesiones de estudio extra ayudaron mucho–se inclinó para decirme eso último en voz baja.
Sus mejillas al igual que las mías estaban teñidas de rojo, pero mantuvo su sonrisa mientras me miraba. Sentí mi rostro arder al recordar lo que hacíamos en su casa.
–Hey ustedes–habló Dinah llamando nuestra atención–Podrían dejar de decirse cosas sucias y entrar al auto.
–N-no....nosotras no...–negó la ojiverde con la cabeza.
–Como sea, entren ya.
Reí para luego subir con Lauren en la parte trasera del vehículo. Ya que todos estábamos dentro Shawn encendió el motor y se dispuso a salir del lugar.
–¿Por qué no vamos al cine?–preguntó después de un rato, mirando a través del retrovisor.
–Siii–dijo casi de inmediato Lauren.
Rápidamente dí una mirada, sus ojos brillaban llenos de emoción ante la idea de ir a ver una película. Al parecer le encantaba todo ese ambiente, lo supe cuando habíamos ido a comprar su ropa. Ese día salió muy emocionada igual que los niños que habíamos visto antes.
–Supongo que está bien–contesté.
–Vamos–dijo Dinah.
Llegamos al lugar después de unos cuarenta minutos, no habían tantas personas como era normal un viernes pero era mejor así. Caminaba de la mano con Lauren mientras nos dirigíamos a comprar las palomitas cuando un chico que estaba pasando por ahí me golpeó con su hombro.
–Idiota–dijo la ojiverde molesta en dirección hacia el chico–¿Estás bien?–preguntó luego, mirándome preocupada.
–Sólo fue un golpe, no te preocupes.
