SEDUCTION [Joshler]

25

•Tyler•

La esposa de Josh fue demasiado linda. Parecía la esposa perfecta; hermosa, sofisticada y amigable. Era todo lo contrario a lo que me había imaginado, y, para ser honesto, eso hacía las cosas más difíciles.

La vida de Josh era perfecta. Sí, probablemente con algunos problemas maritales, pero, ¿Qué no todas la parejas los tienen? Además de que estaba su hijo, quién se veía que adoraba a sus padres. Era un niño muy lindo a quién no se me hacía justo dañar.

En ese instante mi corazón latía muy fuerte, me estaba preguntando si de verdad valía la pena todo lo que estaba haciendo. Ya había tenido esta sensación de pánico antes, pero ahora estaba más latente.

Escuché el sonido de la puerta cerrarse. Lo que hizo que regresara a la realidad.

-Bien, nos hemos quedado solos.- dijo Josh, mientras cargaba a su hijo.

-¿A done fe mamá?- preguntó el niño con los ojos llorosos.

-Fue a trabajar, campeón.- respondió Josh, dándole un beso en la cabeza.- Por eso Tyler está aquí. Para que no nos sintamos solitos.

-¿Nos va a cuidaa?- cuestionó una vez más el menor, haciendo énfasis en la última sílaba. Me miraba sospechoso. Como si dudara de que pudiese hacerlo.

-Así es. Es un chico muy inteligente. Vino para ser tu nuevo amiguito. ¿Te parece la idea?- el niño asintió con los dedos en la boca, sonriendo un poco avergonzado.

-¿Puedo ir al baño?- le pregunté a Josh. Interrumpiendo la plática donde no era participe.

-Claro Ty, está arriba, en la puerta del fondo.- me indicó.

-Gracias, Josh.- contesté un poco apenado, y subí.

Claramente tenía que calmarme. El simple hecho de estar en la casa de Josh, solo con él y su hijo, me tenía muy abrumado. Mi corazón latía muy rápido, era obvio que me sentía algo incómodo con la situación.

Giré el grifo para que el agua comenzara a salir, y dejé que se llenara el lavabo. Cuando estaba lo suficientemente profundo, metí mi cabeza en el agua, y solo me quedé un momento así, dejando que el agua se llevara la tención.

«Esto es por mi... Josh tiene que ser mío»
Me repetía mirándome al espejo, mientras me secaba con una toalla. Quité el tapón del lavabo para dejar que el agua se fuera.

Sería estúpido detenerme ahora por ser buena persona. Si no soy egoísta, nunca obtendré lo que deseo. Nunca será "el momento de Tyler", si pongo a los demás antes que a mí.

Un poco más tranquilo, y con la cabeza centrada en mis prioridades, bajé hacia la sala, donde estaba jugando Josh con su hijo.

-Hey, ¿Te encuentras bien, Ty?- preguntó Josh, sonriéndome.

-Perfectamente, Joshie.- respondí sentándome enfrente de él, y a un lado del pequeño Chris.

-¿Joshie? - preguntó extrañado, sin quitar la linda sonrisa que le caracterizaba.- ¿Me pusiste un sobrenombre?

-¿Te molesta? Se me hizo bonito.- contesté tratando de parecer apenado.

-No para nada, me parece muy lindo de tu parte.- respondió sonriente.- Yo te pondría uno, pero me gusta llamarte Ty.-Ambos sonreímos, mirándonos a los ojos por medio segundo.

Josh se mira encantador con ropa informal, no se vestía como un joven de dieciocho años, pero tampoco como un señor de cuarenta. Era un papá informal, lo cual me resultaba muy atractivo.