SEDUCTION [Joshler]

50

•Tyler•

El resto del equipo se sentó en las gradas haciéndole compañía a Chris.

Brendon y yo estábamos parados en el centro de la cancha. Lo observé un momento y me percaté de lo emocionado que estaba. Realmente quería esto para él. Josh, por su parte, sostenía un balón con ambas manos. Estaba a punto de darnos las indicaciones.

Por un segundo, miré en dirección a las gradas, centrando mi atención en el chico nuevo. Era alto, y atlético, lo cual hacia un curioso contraste con su delicado rostro. De alguna manera lo hacía ver lindo y sexy a la vez.

«Concéntrate, Tyler. Ya tienes suficiente con Nick y Josh». Trataba de apartar al chico de mi mente.

—¿Qué tanto ves para allá, Joseph?— preguntó Josh, al darse cuenta que lo estaba ignorando.

—¿Qué? No... Yo solo...— comencé a hablar, tratando de excusarme de alguna manera.— Yo solo veía que Chris estuviera bien.

—Nick lo está cuidando, Josefina. No seas exagerada.— dijo Brendon interrumpiendo la conversación. Realmente se miraba ansioso.— ¿Podemos empezar ya?

—Muy bien...— respondió Josh.— Les había dicho que, aquel que metiera cinco canastas sería el capitán. Pero, para agilizar esto, he decidido que cada uno tendrá cinco tiros. El que haga más cestas, dentro de ese límite, será el ganador. ¿Están de acuerdo?

—¿Y qué pasará si empatamos?— preguntó Brendon, sobre-analizando la situación, como siempre.

—En caso de empate, irán tirando uno a uno, hasta que logren desempatar. ¿Alguna otra pregunta?— ambos negamos con la cabeza.— Correcto. Entonces, comencemos.

Brendon comenzó a tirar con firmeza. Veía en su mirada que estaría dispuesto a dar lo mejor de sí, y yo no me quedaría atrás.
Para el término de la quinta ronda, íbamos empatados. Cada uno había encestado cuarto tiros, y fallando uno.

Diría que las porras estaban divididas, pero estaría mintiendo, ya que la mayoría de los chicos me apoyaba a mí.
Nick y Chris eran a los que más escuchaba alentarme. Mientras que, por el lado de Brandon, solo Ross y el chico nuevo lo apoyaban (este último supongo que por lástima).

Noté que mi amigo estaba muy tenso. Jamás lo había visto así de nervioso. Ser capitán, seguramente, significaba mucho para él. 

Brendon había encestado la primera canasta de la muerte súbita. Fué un golpe de suerte, ya que estuvo a punto de fallar el tiro.

Todos estaban atentos a mí siguiente movimiento. Se formó un silencio en el lugar, proporcional a la tensión que se sentía en ese momento.

Volteé a mirar a Brendon, regalándole una  sonrisa irónica. Sabía que, si alargaba el tiempo en el que era mi turno, Brendon terminaría por desesperarse y, eventualmente, se sabotearía así mismo.

—¡Tú puenes Ty!— gritó Chris. Rompiendo con el silencio abrumador del recinto. Ví de reojo como Brendon saltó del susto.

—¡Alguien puede callar al mocoso!— gritó, sonando demasiado frustrado.

Me molestó el hecho de que le gritara así al pequeño. No era la intención de Chris molestarlo. Sabía lo mal que Brendon la estaba pasando. Sin embargo, no había excusa. Había hecho llorar a Chris...

—¡Lo hiciste llorar, imbécil!— dije, volteando a verlo demasiado molesto. Antes de que pudiera reaccionar, y decir algo al respecto. Le arrojé el balón directo a la cara, provocando que cayera inmediatamente.— Felicidades frentón, eres nuestro nuevo capitán.