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•Tyler•

Terminaron las clases por hoy. De cierta manera me siento aliviado de que solo tenga tres cursos de dos horas al día, eso me deja con toda la tarde libre para buscar un empleo de medio tiempo.

Voy caminando por los pasillos de la facultad sin saber exactamente a dónde me dirijo, así que decido acercarme a un apuesto chico pelirrojo para pedirle información, por el libro que está leyendo intuyo que es de grados superiores.

—Hola...

—Hola chico... ¿Puedo ayudarte en algo.— me ofrece amablemente con una sonrisa.

—Si... Me preguntaba si podrías llevarme a secretaría.— sonrío mordiéndome levemente el labio inferior.— Claro, si no es mucha molestia...— el me sonríe.— Es que soy pésimo con las indicaciones, soy muy torpe...

—Claro lindo, no te digas así, yo encantado de acompañarte.— guarda el libro en su mochila.— Por cierto, soy Nick ¿Como te llamas?

—Me llamo Tyler.— camina un poco, indicando que lo siga.

—Que bonito nombre tienes, Tyler.

—Tú también eres lindo... Quiero decir... tu nombre es lindo.— finjo equivocarme. El ríe.

Después de un rato llegamos a la oficina.

—Bien Tyler, aquí es secretaria.— me ofrece la mano para despedirse.— Espero verte seguido por los pasillos.

No correspondo el saludo, en un movimiento rápido lo beso en la mejilla izquierda. Él se sonroja.

—Gracias por todo guapo, un gusto conocerte.— me doy la vuelta y entro a la oficina. De reojo veo como se queda ahí, viéndome con una sonrisa boba.

Es lindo, quizá más adelante la pasemos bien.

El motivo por el cual vine hasta acá fue para pedir mi horario, quedé muy interesado con mi profesor de la mañana, quiero saber cuántas veces lo veré a la semana. Ese hombre es un deleite para mis ojos, sería capaz de reprobar para verlo más tiempo... Claro, si no estuviera en la escuela por una beca, lo haría.

La secretaria me entrega la boleta y otro papel que muestra las actividades complementarias. Dijo que solo tenía hoy y mañana para poder inscribirme en alguna. Agregó que podía, incluso, darme de alta en la página de la universidad. Guardé el segundo papel sin prestarle mucha atención y salí mirando mi horario.

Genial, el "Licenciado Joshua William Dun", me impartirá dos clases este semestre, y ambas se alternan... Perfecto. Esto quiere decir que lo veré todos los días. Doblo el papel y lo meto a mi mochila.

Salgo de la universidad a pie, explorando el lugar. Paso por las cafeterías, canchas deportivas y la biblioteca antes de poner un pie fuera del campus.

—Ahora a buscar empleo.— Me digo resoplando.

Mientas camino sin ninguna dirección en específico, logro ver una gran plaza, con suerte algún establecimiento estará buscando empleados.

Eran cuarto plantas en aquella plaza. Conforme subía de nivel me desilusionaba más al ser rechazado por los dueños de los locales. Está es mi última opción. Me dirigí hacia la cafetería.

—Hola, ¿puedo hablar con el encargado del establecimiento?— pregunté amablemente al empleado del lugar que asintió con una gran sonrisa. ¿Acaso en esta zona todos son gays? La idea me divierte.

Espero sentado en la barra a que llegue el dueño o algún gerente. Me estoy aburriendo y eso que no llevo más de cinco minutos. Por fin viene aquel chico con un señor cuarentón.

—¿Qué se le ofrece, joven?— pregunta de mala gana.

Eso no es señal de buen augurio.

—Hola, vengo buscando trabajo de medio tiempo, verá, soy estudiante y tengo gastos que mi padre no me cubre.— Al viejo rabo verde parece no importarle. Sin embargo el chico con el que hablé antes se mira muy entusiasmado. Le sonrío con una mirada tierna.

—Por el momento no estamos buscando personal, no le v...

—Dale una oportunidad, padre.— lo interrumpe el chico. Es su hijo, que conveniente para mi.— Solo soy yo y aveces necesito ayuda.

—Prometo ayudarlo en todo lo que pueda.— digo mirándolo coqueto. Espero que el viejo no note el doble sentido.— A ambos... Enserio necesito el empleo.

—De acuerdo jovencito.— dijo resoplando.— Ven mañana para discutir horarios y paga. Asentí entusiasmado. Salí de lugar sin cruzar miradas con aquel chico que seguro no me quitaba la vista de encima.

Llegué al departamento y acomode mis cosas en la mesa, contento, para ser el primer día de mi nueva vida había empezado muy bien. Una hoja sobresalía de la mochila, la saqué y comencé a leerla.

La lista de actividades extracurriculares...

A decir verdad no estaba interesado en tomar una clase extra. No hasta que vi quién daba clases de básquetbol... El señor Dun... Es una suerte que sea bueno en ese deporte. Lo único malo es que tendré que ir los sábados tres horas a entrenar y viajar a partidos cuando haga falta... Pero bueno, estar más tiempo con ese hombre lo vale.

No me tomó mucho darme de alta en la plataforma en línea de la universidad y menos trabajo costó inscribirme, por suerte aún quedaban dos vacantes.

Quiero al señor Dun para mi... No sé si para un rato o para algo serio... Sólo sé que lo deseo...

SEDUCTION [Joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora