SEDUCTION [Joshler]

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•Tyler•

—Entra, por favor.— me indicó Josh, haciéndose a un lado para que entrara al salón.

—Josh, ¿Estás bien?— susurré, preguntándole algo confundido. En realidad no sabía que le había molestado.

—Sí Joseph, ya había aceptado tus disculpas. Sólo que no se vuelva a repetir.— dijo lo suficientemente fuerte para que todos lo escucharan.

—De acuerdo, profesor.— respondí rodeando los ojos.

«Que inmaduro de su parte. Creí que el impulsivo era yo».

Brendon se alegró al verme entrar, ya que no estaría trabajando solo, eso y porque tendría alguien con quién platicar... supongo.

⏳

Las clases habían terminado. Al menos para mí, ya que tenía que ir por Chris al kinder. Josh no me dirigió la palabra en toda la clase, más que para darme permiso de abandonar el salón. No le tomé impotencia, ya que tendríamos tiempo para hablar de eso en casa.

Cuándo salí, ví a Nick sentado en una banca del pasillo. Se paró demasiado emocionado cuando se dió cuenta de mi presencia, igual que un cachorro cuando ve a su dueño regresar de alguna parte.

Era demasiado lindo como para no querer estar con él.

—Hola lindo, ¿Puedo acompañarte?— me preguntó sonriendo.— Prometo no ser una molestia.

—Claro qué sí. Nunca serías una molestia, Nick... para nadie.— dije tomándolo de la mano. Provocando que se sonrojara.— Vamos.

En el transcurso del camino iba pensando lo que Brendon me había dicho. Quizá lo que había insinuado era cierto. Josh nunca podría darme todo el paquete completo, no podría amarme, él ya tenía una vida hecha. Sin embargo, Nick era perfecto para mí. Siempre había estado pendiente de mi persona, quería algo serio conmigo, era muy guapo y me sentía bien a su lado.

Pero, aunque eso podría sonar bien para cualquiera, yo no era cualquier persona. No sabía sí realmente quería una relación seria con alguien, tal vez sólo era un capricho, y lo más importante, no quería dejar a Josh. Lo quería todo.

—¿En qué tanto piensas?— me preguntó Nick, llamando mi atención.

—¿Eh? No, en nada. Solo te estaba apreciando.— dije dije con una sonrisa tensa.

—¿Igual que a una obra de arte?— preguntó arqueando las cejas.

—Tampoco exageres, galán.— respondí sonriendo.

—Me encantan tus hoyuelos, lindo.— dijo acariciándome la mejilla. Provocando en mí una sonrisa irónica.

«Es la segunda vez que me lo dicen hoy»

⏳

Cuando llegamos a la escuela, Chris ya estaba esperándome en la entrada. Se veía feliz, puesto que estaba platicando con su pequeño amigo.

—Hola pequeño, ¿listo para irnos?— le pregunté llamando su atención.

El pequeño me asintió contento, para después despedirse de el otro menor con un afectuoso abrazo.

—¿Po qué siempe viene él contigo?— me preguntó el pequeño, de camino a la casa.

—Porque él quiere venir.— le respondí, tratando de saciar su curiosidad.

—¿Y po qué?— preguntó insistente.

—Porque tu niñero se me hace muy lindo, y me gusta pasar tiempo con él.— respondió Nick, lo que ocasionó que mis mejillas se ruborizaran.