•Josh•
El entrenamiento había terminado algo temprano, así que aún me quedaba tiempo para pasar por un café y relajarme un poco antes de regresar a casa.
Me costaba creer lo que había pasado, de la nada Tyler y el otro chico comenzaron a discutir sin razón. Ambos tienen personalidades muy fuertes, se ve a simple vista. Es una pena que no se lleven bien, se tendrán que aprender a sobrellevar puesto que, por lo que vi, son los mejores de su generación, es obvio que estarán en el equipo.
Estaba apunto de llegar, iba a paso calmado, puesto que no tenía demasiada prisa, y entonces mi teléfono sonó...
—¿Ahora qué, Debby?— Sabía porqué hablaba. Esta mujer es demasiado obstinada cuando necesita algo.
—Josh, creo que hace rato no te lo pedí de la mejor manera...— Asertividad, eso era nuevo en ella.— Pero en serio necesito la niñera. El domingo en la tarde será mi primer viaje, ¿Qué harás el lunes con el niño y tú trabajo? ¿Quién irá por él a la guardería?
—Lo sé Debs, llegando a casa haré llamadas y, si no conseguimos niñera en un día y medio, pues pediré permiso para salir temprano. No te preocupes por eso.— Escuché como sonrió al escucharme decir eso. Yo solo me dispuse a rodear los ojos.
—Gracias Josh, sabía que entenderías, ¿Te espero para comer?
Estaba por contestarle pero algo llamó mi atención. A lo lejos vi a Tyler. Se miraba muy mal, no paraba de llorar. Fue involuntario, inmediatamente la preocupación llegó a mí.
—No... luego nos vemos Debs.— Colgué el teléfono.
Inmediatamente corrí hacia donde el castaño estaba. Cuando se dió cuenta que iba en su dirección, bajo la mirada y se limpió las lágrimas sin tener mucho éxito.
—¿Qué sucede, Ty? ¿Estás bien?—No recibí respuesta de su parte, ni siquiera volteó a verme, me imagino que estaba apenado.
No me gusta verlo llorar, digo, en general no me gusta ver a nadie llorar, pero con Tyler era distinto. Conozco su historia, ya sufrió demasiado como para que alguien o algo provoque más sufrimiento en él, no lo merece. A demás de que llorar no va con él. Aunque usualmente muestra ese carácter fuerte, seguro de sí mismo y carismático, puedo ver que es un chico simpático, frágil y, por supuesto, lo... Lindo que es me hace sentir mal cuando algo le pasa. Como padre me es imposible no tener empatía con él.
Ty...— me arrodillé para poder verlo a la cara. Sus mejillas estaban coloradas, igual que su nariz.— Dime lo que pasó, sabes que puedes confiar en mí.— por fin alzó la mirada. Sus ojos estaban tan llorosos que dudo que en realidad me estuviera mirando.
—¿Si le digo no hará nada al respecto?— sollozó con la voz quebrada.— No quiero más problemas al respecto.
—¿Problemas? ¿Qué pasó, Ty? No me preocupes más de lo que ya estoy, por favor.—«¿Qué le habrá pasado? ¿Estará herido?».
—Prométame que no hará nada más que escucharme.— suplicó con las lágrimas amenazando con salir.
Tuve que ceder a sus condiciones.
—De acuerdo, te lo prometo. Pero dime, ¿Qué fue lo que te sucedió? ¿Puedo ayudarte en algo?—Se limpió la nariz con su mano.
—No me pasó nada grave, es solo que...— le costaba contener las lágrimas.— Me molesta mucho que en estos tiempos siga habiendo discriminación por ser gay.
—¿Por qué lo dices? ¿Te hicieron algo? Entremos a la cafetería y ahí me cuentas mejor... Claro, si a tu jefe no le importa que tomes un pequeño descanso.
—No creo que le importe nada de mí...— ríe aún con lágrimas en los ojos.— De hecho por eso estoy así... Acaba de despedirme por mi orientación sexual.
—¿Te dijo algo indebido? Sabes que tienes derechos que te amparan, ¿Verdad? No puede correrte injustificadamente...—No tenía el disgusto de conocer al dueño, pero estaba muy molesto con él.—Ven, vamos a hablar con él.— Lo tomé de la mano, encaminándonos al local, pero Tyler me jaló hacia el lado opuesto.
—No, Josh, me lo prometiste. Sé que podría demandarlo si quisiera, pero no es algo con lo que me sienta bien. No me sentiría a gusto trabajando con gente que no me quiere. Lo único que me preocupa es el dinero, no me hace demasiada falta, pero me ayudaba con algunos gastos. Supongo que buscaré otro empleo.— Volvió a agachar la mirada.
Y entonces se me ocurrió una idea.
—¿Has trabajado con niños antes?— pregunté, llamando su atención.
—¿Niños?— respondió tratando de hacer memoria.— No, solo cuidando a mis hermanos, pero no me pagaban. ¿Por qué lo pregunta, profe?
—Ya te dije que a fuera de la escuela me llames Josh.— le recriminé sonriente. Tratando de crear un ambiente más cómodo para él.— Lo pregunto porque creo que tengo un trabajo para tí...— vi como me miró algo confundido.— ¿Quisieras ser el niñero de mi hijo?— Sonreí al ver el brillo en sus ojos cuando le dije la propuesta.
—¿Niñero de su hijo? Yo encantado de ayudarle, adoro los niños, pero, ¿Cómo lo cuidaría si voy a la escuela en las mañanas?
—Mira, te invito un helado y te cuento mi propuesta, ¿Quiéres?— sonrió asintiendo.— Pues vamos, lindo. Tenemos mucho de que hablar.
Estaba muy contento por haber resuelto dos problemas en uno; le conseguí niñero a mi esposa y le conseguí empleo a mi alumno. Ahora solo espero que a Debby le agrade la idea.
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Han pasado 84 años. Si aún siguen ahí, gracias por leer.👀💕
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SEDUCTION [Joshler]
FanfictionDónde Tyler es un chico oportunista e insolente de 18 años y Josh su profesor casado de 32...