•Brendon•
Hace un año
—¿Estás seguro de que es lo que quieres? Ohio está hasta el otro lado del país. Es más de un día en auto.— mi viejo se veía preocupado. Sabía lo que sentía, era miedo. Miedo de perderme, o de que yo perdiera mi camino.
—Utah es increíble papá, pero siento que mi destino no está aquí. Tranquilo, ya tengo donde llegar y un trabajo asegurado. Tan pronto junte lo necesario, comenzaré la universidad.— dije para tranquilizarlo. Esbocé una sonrisa tratando de ocultar mis ganas de llorar.
—Eres el menor de mis hijos, Brendon. Sin embargo, eso nunca te detuvo para soñar alto.— comenzó a hablar, mientras las lágrimas escurrían por su rostro.— Estoy orgulloso de ti, hijo. Te amo. Solo pido que nunca te rindas, aunque sea un poco más complicado que de costumbre, siempre demuéstrale a la vida que tú puedes.
—Así lo haré papá. Te amo.— dije para después lanzarme a sus brazos, soltando por fin las lágrimas que tenía contenidas.
—Conduzca con cuidado, por favor.— dijo mi padre al conductor del autobús.
—Claro señor, no se preocupe por su muchacho. Llegará sano y salvo a su destino.— respondió el señor de manera amable.
—Es hora de irme papá, prometo llamarte en cuanto llegue.— dije, desprendiéndome de su abrazo. Sentía una presión muy grande en mi pecho.
—Esperaré tu llamada con ansias, Bren. Espero que no te olvides de tu viejo.— comentó con una ligera sonrisa, limpiándose las lágrimas del rostro.
—Siempre te tengo presente padre. Eres la persona más importante en mi vida.— «Y es por eso que me debo ir».
Sonreí viéndolo por última vez. Antes de que la puerta se cerrara enfrente de nosotros, y el autobús comenzara a moverse. Sentía mi corazón romperse en dos. Pero era algo que tenía que hacer para evitarnos un dolor mayor.
—Jóven, será mejor que vaya a sentarse. Y no olvide ponerse el cinturón.— sugirió el chófer al percatarse que seguía parado frente a la puerta.
—Oh, disculpe señor.— susurré caminando hacia mi lugar.
Tenía la vista nublada. No podía dejar de llorar desde que habíamos salido de la ciudad. Por suerte, nadie venía sentado a mi lado.
Trataba de no hacer demasiado ruido con mis sollozos. No quería que nadie viera mi vulnerabilidad, pero, aún así, algunas personas volteaban a verme por curiosidad de vez en cuando.
Estaba devastado, nunca me había alejado tanto de mi familia. Sin embargo, desde que comencé a sentir atracción por los chicos, sabía que mi lugar sería lejos de casa. Aunque eso significara dejar una parte de mi corazón en Utah.
Mi familia es mormona, y mi padre muy tradicionalista, no quería ser una decepción más en su vida. No soportaría verlo decepcionado de mí.
Alejarme de él era la mejor manera para que ambos pudiéramos estar bien.

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SEDUCTION [Joshler]
FanfictionDónde Tyler es un chico oportunista e insolente de 18 años y Josh su profesor casado de 32...