SEDUCTION [Joshler]

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•Tyler•

No puedo creer que me hiciera esto. Josh sabía perfectamente lo mucho que detestaba a Brendon, ¿Por qué lo haría? ¿Era una clase de venganza?

Fuese lo que fuese, lo había hecho a propósito y me había arruinado el día... Estaba molesto con él.

—Yo creo que si nos vamos a estar reuniendo, y eso implica que nos vean juntos por la escuela, tienes que dejar de ser tan libertina...— habló Brendon, llamando mi atención. Josh nos había obligado a  sentarnos juntos  para  hacer  una pequeña  tarea.— De lo contrario pensarán que soy igual de zorra que tú. Ya sabes lo que dicen... "Dime con quién andas, y te diré quién eres".

—Pero tú ya eres una zorra de primera.— dije, mirándolo con ironía.— ¿Y podrías dejar de llamarme con connotaciones de mujer?

—Ya sé, pero una cosa es serlo y otra, muy distinta, mostrarlo al mundo... Como lo haces tú. ¡Sé más discreta, Joseph!— susurró, ignorando por completo lo que le había dicho. Rodeé los ojos.— Creo que empezamos con el pie izquierdo Josefina, me agradas.

—Yo creo que empezamos con el pie correcto.— respondí con una sonrisa falsa.

—¿No me digas que te agrade desde el primer día?— preguntó, llevándose una mano a la mejilla a modo de sorpresa.

—De acuerdo, no lo diré.— dije cortante, mientras avanzaba con nuestra tarea. No podía creer lo increíblemente estúpido que había sido Brendon al no captar mi indirecta.

—¿Entonces..?— preguntó arqueando las cejas.

—¿Entonces, qué?— respondí sin prestarle demasiada atención. Quería terminar la tarea antes de ir por Chris.

—¿Me dirás quién te glaseó la dona?— susurró, mirándome con ojos pícaros.

—¿Qué te hace pensar que te lo voy a decir?

—Pues...— comenzó, tratando de pensar en un buen argumento. «buena suerte con eso».— Soy tu compañero de equipo, puedo guardarlo en secreto de confesión, te ayudé en la mañana, podría ser como tu hada madrina, si me lo dices podría potenciar nuestra amistad, te caigo super bien... ¿Ya dije que te ayudé en la mañana?

Lo miré con el ceño fruncido, mostrando mi desacuerdo.

—Urie, aunque la mitad de lo que dijiste fuera verdad, que lo dudo, no te diría nada.— le contesté, tratando de ser lo más directo posible.— Eres demasiado estúpido, irritante e impredecible como para que alguien pueda confiar en ti.

Algunos de nuestros compañeros se nos quedaron mirando. Brendon se quedó callado, pensando en lo que había oído. Parecía que en verdad estaba analizando mis palabras.

—¿En verdad piensas eso de mí?— me preguntó algo serio. Parecía un niño después de recibir un regaño.

Yo asentí, sintiendo un poco de pena por él, pero era necesario que lo supiera, ya me había colmado la paciencia.

—¿Enserio crees que soy impredecible? ¿Igual que un Ninja?— preguntó entrecerrando los ojos.— Vaya, y yo que pensaba que era lo contrario. Me alivia saber que soy toda una caja de sorpresas. Me hace más Interesante.

—Eres un completo idiota, Brendon.— dije llevándome las manos a la cara. No podía creer lo estúpido que era mi compañero.

—Me gusta tu honestidad, Josefina...— dijo regalándome una sonrisa.— Pero en fin, si no me lo dices tú, le preguntaré al chico guapo del otro día. Apuesto a que fue él, ¿Cómo se llamaba? ¿Nick?