SEDUCTION [Joshler]

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•Tyler•

—Josh, ¿Qué estás diciendo?— pregunté algo asustado, aunque, a decir verdad, me resultaba muy excitante escucharlo así.

—¿Estás sordo, o qué?— dijo acercándose peligrosamente a la cama.— Dije que te quitaras la ropa y me bajaras los pantalones.— me tomó del brazo y me jaló hacia él.— Si estás en mi casa tienes que obedecer todo lo que diga, ¿De acuerdo?

Una descarga de adrenalina recorría todo mi ser, sentía escalofríos. Esto es lo que quería desde el primer momento que lo ví, Josh estaba dispuesto a acostarse conmigo, no podía desaprovechar esta oportunidad.

—De acuerdo, Josh.— dije comenzando a desvestirme.— las manos y pies me temblaban. Sabía que, lo que estaba haciendo, no era correcto. Me estaba aprovechando de él, pero era demasiada tentación tener a un hombre como Josh dispuesto a hacerme suyo.

—Así me gusta...— dijo acariciándome la mejilla.— Eres muy listo, Tyler...— continuó hablando, mientras me quitaba los  pantalones, quedando solamente en boxers.— Supiste como meterte en mi cabeza, pequeño travieso...— «¿A caso... Lo sabía?»— me estás haciendo sufrir demasiado, ¿Sabés?, pero está noche me voy a desquitar.— tragué en seco. Estaba nervioso.

¿Qué quería decir? ¿A caso me golpearía como en fifty shades?
Sinceramente, no sabía sí estaba psicológicamente listo para eso.

—¿Desquitarte?— pregunté titubeante.

—Shh, no temas. Te va a gustar.— respondió con una sonrisa engreída.— Ven, incate y quítame lo que me queda de ropa.— ordenó, pero yo no reaccioné. Estaba sorprendido por esta otra faceta de Josh.— No me hagas obligarte, cariño.— murmuró con voz rasposa.

Sin dudar un segundo más, me agaché frente a él, y comencé a quitarle los pantalones. Ví de reojo como me miraba atento, estudiando cada movimiento que hacía. Le bajé los pantalones hasta el suelo, y éste alzó  las piernas, una a una, para que se los quitara por completo.

Me detuve un momento para ver el escenario que se postraba frente a mí, se miraba fantástico gracias a la luz de la luna que entraba por la ventana. Josh traía puestos los mismos boxers rojos que le ví en la tarde, solo que ahora lo veía más de cerca, y el bulto que tenía a escasos centímetros de mí se miraba más imponente.

—¿Te gusta, verdad?— dijo casi susurrando. Asentí viéndolo a los ojos.— Huelela.— me pidió. Mis mejillas estaban ardiendo, Josh, al ver que no reaccionaba, tomó mi cabeza con ambas manos y me pegó a su bulto. ¿Te gusta como huele?— no contesté.— ¡Te estoy hablando!— dijo alzando la voz.

—Sí, Josh...— contesté sin poder despegarme de sus boxers. Me estaba lastimando un poco el cuello, pero, lejos de asustarme, me excitó más.

—A puesto que te va a gustar más como sabe.— dijo soltando mi cabeza, provocando que me cayera hacia atrás.— Quítame los bóxers.

Estuve tanto tiempo fantaseando con ésto, que en ese momento me costaba respirar.

Tomé el elástico de los bóxers con ambas manos y comencé a bajarlos de a poco; dejando ver más piel y, cada vez, más vellosidad. Viendo desde el inicio, hasta el final de su miembro.

Cuándo se los quité por completo puede apreciar lo impresionante de su masculinidad. Estaba muy grande para no estar completamente erecta. De las pocas veces que había estado con un hombre, nunca había visto un miembro de ese tamaño. Tenía miedo de que me lastimara.

—¿Qué esperas? Pruébala.— me ordenó Josh. Tomando su miembro con una mano, y mi cabeza con otra.— Abre la boca, nene.

Y así lo hice. Abrí la boca, permitiéndole a Josh meter su miembro, y dándome la oportunidad de probarlo.