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•Josh•

Debby me estaba presionando desde la mañana con el mismo asunto, demasiada presión para mi gusto. No pensé que se iría tan pronto de viaje. Tengo poco tiempo para buscarle una niñera a mi hijo y no sé qué hacer.

«Qué más da. Ahorita poco puedo hacer.» Arrastré mis pies de vuelta a la cancha.

—A ver...— dije viendo la lista de nombres. Pude sentir la atención de mis alumnos.— Este periodo tengo muchos aspirantes. Bueno, al menos más que el año pasado.— alcé la mirada para contarlos.— Veo que llegaron todos, pero...— noté la ausencia de Tyler.— ¿Dónde está Joseph?

—Fue al...— comenzó hablando Nick, pero fue interrumpido por el mismo castaño.

—Aquí estoy, señor Dun.— dijo detrás de mi. Volteé a verlo, se secaba las manos en su playera.— Fui al baño, disculpe.— asentí aprobándolo y él se reincorporó con sus compañeros.

—Bien, ya que estamos todos podemos comenzar. Creo que son suficientes para formar dos equipos. Les pasaré lista de la siguiente forma; el primero se irá del lado derecho, el segundo del izquierdo, el tercero del derecho, y así hasta formar los dos equipos. ¿De acuerdo?— todos asintieron.

Y así lo hice, cuando terminé de pasar lista, los equipos ya estaban formados equitativamente con seis integrantes. Noté como Nick estaba un poco inconforme con el resultado, ya que Tyler no estaba en su equipo.

Presté atención al castaño. No me había percatado de lo que traía puesto. En el e-mail que les mandé anoche, les pedí que portaran una playera blanca sin mangas y un short rojo, ya que esos son los colores de la universidad. Él chico traía una playera estampada, demasiado abierta de los lados, tanto que al menor movimiento dejaba sus pezones al descubierto; y unos shorts rojos con rayas blancas por muy encima de las rodillas, podría jurar que estaban a la altura de su entrepierna.

Aparté la vista de inmediato, antes de que notara que lo veía.

—De acuerdo, estírense un poco.— aclaré mi garganta para continuar hablando.— Jugaremos informalmente una hora para que pueda ver que tan buenos son. Y al final platicaré un poco con ustedes para que sepan cómo será este curso.— noté que se quedaron estáticos, esperando quizá más información. Así que levanté las cejas y ordené que empezaran.

Todos comenzaron a hacer los estiramientos de piernas y brazos clásicos. Me senté en la parte baja de las gradas pretendiendo revisar mis horarios para la próxima semana (en lo que terminaban de calentar), pero nuevamente mi atención se postró en Tyler.

El chico estaba dándome la espalda. Abrió sus piernas como compás y se agachó llevando sus dos manos a la punta de su pie derecho. Se quedó un rato así, y luego hizo lo mismo con la punta del pie izquierdo. El castaño tenía buen cuerpo, no era un secreto para nadie, era delgado pero tenía sus brazos y piernas algo trabajados.

Por un instante me quedé perdido en esa escena, fue involuntario verlo. Cada que se agachaba sus cortos shorts se subían dejándome ver un poco de su definido trasero, su ropa interior no ayudaba a tapar lo descubierto que de por sí ya estaba.

Por un momento me olvidé de quién era él, me olvidé de dónde estaba yo. Hasta que me dí cuenta que no era el único observando al menor. Algunos de sus compañeros lo hacían también, lo observaban con malicia. Espero que yo no me haya visto así.

La cara de Nick se puso colorada. No sé si era rabia, vergüenza, o un poco de ambas. Tomé la decisión de detener esta situación, por el bien de todos.

—Muy bien, chicos. Comiencen a jugar.— ordené a los muchachos y así lo hicieron.

Ya que mis alumnos estaban jugando, me sentí culpable por mirar a Tyler de esa forma. Nisiquiera estoy seguro de la forma en la que lo veía, o siquiera por qué lo hacía. No era deseo, ni curiosidad, o al menos eso me repito para no sentirme mal. Pero el simple hecho de haberlo hecho, hacía que me sintiera incómodo conmigo mismo.

Lo chicos ya llevaban cuarenta y cinco minutos jugando.

Los equipos estaban conformados de tal manera que los seis estudiantes, que eran de años superiores, estuvieran divididos de forma justa con los novatos. Ellos ya eran jugadores experimentados, así que no me concentré mucho en ellos. Miraba las jugadas de los chicos de nuevo ingreso y, a decir verdad, solo Tyler y otro chico llamaron gratamente mi atención.

Ambos estaban jugando para el equipo opuesto, y los dos sabían lo bien que jugaba su contrincante. Se miraban como enemigos de guerra, retándose con la intención de sobresalir más que el resto. El chico pelinegro estaba por anotar el punto que los haría ganar, pero Tyler lo bloqueó en el aire, provocando que el castaño cayera de espaldas.

Corrí a ver que no fuera nada grave, pero cuando llegué, Nick ya lo había levantado.

—Lo siento, no quería tirarte— dijo el chico pelinegro.— A veces no controlo mi fuerza.

—Descuida, fue mi culpa.— respondió Tyler mirándolo con ironía.— Tu inexistente fuerza no tuvo nada que ver.

Todos rieron, menos el otro muchacho.

—¿Estás bien, Ty?— dije tomándolo por la cintura involuntariamente, antes de que al otro chico se le ocurriera contestarle.

—Si, señor Dun.— me contestó con la cabeza gacha, como si estuviera apenado. Aparté la mano de su cadera de inmediato.

—Bien jugado Joseph, tú y...— volteé a mirar al chico para que me diera su nombre.

—Urie, Brendon Urie.

—Tú y Urie fueron los mejores de hoy, sigan así.— ambos chicos sonrieron mirándose uno al otro.— Bien, acérquense. Tenemos que hablar antes de irnos.

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Volví.👀💕
★Avísenme si hay errores de ortografía.★

SEDUCTION [Joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora