SEDUCTION [Joshler]

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•Tyler•

—Joseph, necesito hablar contigo.— Su voz sonó rasposa, pero sin ser agresivo. Volteé a verlo. Me sentía confundido.

Él no me apartó la mirada de encima. Me veía directo a los ojos, cómo si pretendiera averiguar lo que estaba pensando.

Aunque pretendía parecer tranquilo frente a Brendon, se miraba impotente. Sabia que necesitaba decirme algo, sacar todo lo que tenía contenido, pero la presencia de mi amigo evitaba que me confrontara.

Sus puños estaban cerrados, y su mandíbula se miraba tensa. Parecía que en cualquier momento iba a estallar. Así que decidí hablarle.

—Claro, profesor...— respondí asintiendo. Estaba un poco nervioso por quedarme sólo con él, pero tenía que sacar a Brendon del lugar.— Bee, ¿Podrías decirle a Nick que los alcanzo en un momento?

—Claro Josefina. Solo no tardes mucho.— dijo para después caminar hacia la salida.

—Urie, cierra al salir, por favor.— ordenó el profesor amablemente, y Brendon obedeció. Dejando un silencio incómodo al escuchar el sonido de la puerta.

No sabía cuál sería su reacción, por haberlo ignorado todo el fin de semana. Ni siquiera me había girado para verlo a la cara. Tenía miedo de lo que fuese a pasar.

Los latidos de mi corazón aumentaron cuando lo escuché caminar hacia mí. Volteé por instinto. Se miraba serio pero tranquilo a la vez. No podía descifrar lo que quería hacer, o decir y, el hecho de que no hablara, me inquietaba cada vez más.

—Josh, yo no quería...— intenté hablar para tranquilizarlo, pero me interrumpió tomándome por la cintura.

Sentía como sus dedos apretaban mi piel, como acariciaban mi mejilla izquierda. Su mirada había cambiado a una más relajada.

Lo miré extrañado, su comportamiento me había tomado por sorpresa. Él solo sonrió, resoplando un poco el cabello que estaba alborotado en mi frente.

—Te extrañé.— fué lo único que dijo antes de juntar nuestros labios en un beso apresurado. Uno que no sabía que necesitaba hasta que ocurrió.

Tenía la respiración acelerada, sus movimientos eran rápidos comparados con los míos. Al principio me costó seguirle el ritmo, pero eventualmente lo logré.

Crucé mis brazos alrededor de su cuello, dejándolo pegarse más a mí. Sin dejar espacio entre nosotros. Podía sentir como presionaba su pelvis contra la mía, provocando que mi miembro cosquillara.

Nos separamos un momento para recuperar el aire que habíamos perdido. Aunque no quería admitirlo, extrañaba el sabor de sus besos, el contacto de sus labios contra los míos, extrañaba todo de él.

—¿Qué haces?— pregunté al ver que se había quitado el saco, y se desabotonaba la camisa.— Josh, aquí no. Tenemos que hablar.

—Pero no quiero hablar... No ahora.— respondió con la respiración entrecortada. Pude notar que sus ojos estaban algo dilatados.— Anda, quítate la ropa. No tenemos mucho tiempo.— me ordenó, mientras se deshacía de sus pantalones.

No podía creer lo que me estaba pidiendo.  Hacerlo aquí supondría arriesgarnos demasiado, ¿Qué pasaría si nos descubrían en el acto? Seguramente a mi expulsarían y a Josh lo meterían a la cárcel por involucrarse con su estudiante que, a demás, es menor de edad.

El tatuado había perdido completamente la cabeza. Sin embargo, al verlo solo con ropa interior, no puede negarme a hacerlo.

Sin pensarlo demasiado, me quité la chaqueta y los pantalones, quedándome solo con la playera transparente y unos boxers blancos demasiado ajustados.