SEDUCTION [Joshler]

30

•Tyler•

—Yo... Yo no... Nick, yo no...—dije titubeante, no podía formular una palabra.

«¡Tyler, eres un idiota!» «¿Qué se supone que pasará ahora?»

—Está bien, lindo. Es algo que ya me moría por hacer... Yo...— se a dónde iba todo esto, y no podía permitirlo.

—Tú ya te vas...— dije, interrumpiendo lo que tenía para decirme. Noté como me miró confundido.— Nick... Verás...— exhalé, tratando de tranquilizarme.— Sé que quieres ir lento y que quieres algo serio, así que no te presionaré a nada, ya que ni siquiera yo estoy seguro de lo que quiero. Dejemos esto en un simple beso, ¿vale? No significó nada.— Nick asintió, tratando de fingir su decepción, pero la noté, y esto provocó una punzada en mi pecho.

—De acuerdo, Ty...— dijo, dándome un beso en la frente, acompañado de una sonrisa vacía.— Aunque para mí sí significó algo.— «Lo sé, y lo siento».

Ninguno dijo nada más. Nick me sonrió una vez más antes de girar para salir del lugar. Yo le correspondí la sonrisa, mordí mis labios para no llorar, sentía como mi cuerpo quería ir tras de él, pero mi voluntad fue más fuerte. Así que entré a la casa, cerré la puerta, y me senté en el suelo, soltando todo lo que traía acumulado.

«No puedo enamorarme de Nick, no es justo para él», repetía en mi mente una y otra vez. «No me merezco a alguien como él... No me merezco a nadie...»

—¿Po qué llodas, Ty?—  preguntó el pequeño Chris, viniendo hacia a mí.— Ya medo viene mi papá. No te peocupes. Yo también llodo a veces cuando lo estaño...— Limpió torpemente algunas de mis lágrimas. Ese niño era un encanto.

«Josh...» Tengo que concentrarme en mis convicciones, tener a Josh para mí es lo único que debe de importarme en este momento. Ya sufrí demasiado en el pasado, es tiempo de tomar mi revancha. Nada, ni nadie, se interpondrá en mi camino para conseguir lo que quiero... Y lo que quiero es a Josh.

—No es nada pequeño, es solo que aquí, con ustedes, me siento muy bien. No me siento solito, como en mi casa— noté como Chris intentaba comprender lo que decía.

—¿Vives sodito?— preguntó con el dedo en su boquita. Se miraba algo consternado. Asentí, mirándolo con algo de tristeza.— ¿Po qué no vives aquí? Con nosotos. Papá te quiede... Y yo también.

—No pequeño, no es tan fácil.— dije, finalizando la conversación, tratando de sembrar un poco de preocupación en él.— Pero bueno, ven, vamos a tu cuarto. Ya va a venir tu papá y aún llevas el uniforme puesto.

No me sentía bien manipulando a un niño, sobretodo a uno tan lindo como Chris, pero esta era una oportunidad única, tenía que sacarle provecho a mi sufrimiento.

⏳

Estábamos en la cocina. Casi terminaba la hamburguesa del niño, y el sushi, para nosotros, ya estaba servido, gracias a Dios Josh tenía llena su despensa.

Chris me hacía compañía. A pesar de su inocencia, estaba conciente de que algo no andaba bien en mi cabeza, así que procuraba hacerme reír con sus historias y caras graciosas.

Mientras acomodaba los cubiertos en el comedor, y ponía a Chris en su sillita para comer, escuché a Josh estacionarse.

—Ya llegó tu papi.— le dije al menor. Este me sonrió feliz, viendo emocionado hacia la entrada.

Josh entró, con la sonrisa que tanto lo caracterizaba. Traía una pila de papeles, así que fuí a ayudarlo.

—Gracias, ty— dijo amablemente.— ponlos en un sillón, luego los acomodo en otro lugar.