9. Escapar o contarle

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No me queda otra que huir otra vez, ya que Eris no puede o no quiere ayudarme y encima Seth me persigue. Veo a Walker por el pasillo y lo esquivo también. No es suerte, es práctica, de evitar golpes y robar comida, así aprendí rápido a escapar.

Me detengo ya fuera del colegio y respiro agitado de tanto correr.

¿Y ahora qué hago?

No queda otra, deberé contarle a mi hermano, él es doctor, quizás pueda ayudarme. De lo único que no estoy seguro, es que si me va a creer que soy Rein y no una loca que dice serlo.

Voy hasta dónde se encuentra trabajando temporalmente, una farmacia que no está muy lejos de casa, por suerte.

Entro a la tienda y él me sonríe cómo si nada.

—Buenos días, ¿En que puedo ayudarla? —su semblante alegre se borra mirando mi ropa —¿Dónde has comprado esa blusa? —se atreve a preguntar.

¡Ay, olvidé que esto es de su ex!

—Maik, yo atiendo a la señorita, no te pongas a ligar en el trabajo y búscame estos medicamentos —su jefe le entrega una lista.

—¿Ligar? Pero si podría ser mi hermanita —se ríe y agarra el papel guardándolo en el bolsillo.

Justamente es lo que soy.

—¡Espera! —grito cuando sale del establecimiento y lo sigo —¡Maik! —lo agarro del brazo —Tengo que decirte algo —expreso nervioso.

—¿Nos conocemos? —dice confundido —Perdón por insistir pero ¿De dónde has sacado esa ropa?

—Maik yo...

—¡Ah, ya recordé! —reacciona interrumpiendo mi intento fallido por contarle —Tania ¿Por qué tienes ropa de Tania? —me mira afligido.

Y yo pensando que la había superado.

—No es que yo...

—¿Tienes que ver con ella? ¿La conoces?

—Sí pero...

—¿Me lo hace a propósito? Lo sabía, dile que no quiero saber más nada, estoy muy bien así —se gira —. Adiós.

—¡Espera! —vuelvo a seguirlo y me tropiezo cayendo sobre él, en consecuencia terminamos en el suelo. Me inclino y me encuentro con su cara, entonces él sonroja.

—Señorita, eso es indecoroso, podría...

Bajo mi vista hasta donde está mi mano, apoyada en su pantalón.

—¡Ah! —chillo, me muevo rápido de sobre él y salgo corriendo.

¡Se la toque a mi hermano, ay Dios santo!

Dejo de huir y me detengo en la esquina, para respirar ¿Ahora como voy a mirarlo a la cara y decirle que soy Rein? ¡Que horror! Me mato.

Es Nyx #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora