Es Nyx #3

44. Todo un caballero

Hace frío, me abrazo a la manta de mi cama, pero no hay forma de dejar de temblar. Abro los ojos y miro que mi aliento sale helado, como si estuviera en los polos. Dejo el colchón y corro al baño que tengo en el cuarto, abro el agua caliente, metiéndome con ropa y todo.

"Vapor en la piel, eso es nuevo".

Suspiro cuando he logrado dejar de estremecerme. Abro la parte de arriba del pijama, quitándola y observo la herida que me hizo Blake. No está brillando, pero aún duele un poco.

"El agua purifica, lástima que represente lo bueno en este mundo, todo lo contrario a nosotras".

Ruedo los ojos.

—¿Querían que me tiré en el fango acaso? —Se ríen cuando digo aquello.

"No, pero el lodo también sirve".

"De todas maneras, mira eso".

Observo la herida negra, que se ha expandido en dirección al tatuaje de araña.

"Eso no nos agrada".

—Hay almacenan la energía —acoto y sonrío —. Es como su estómago —Me río.

"No es gracioso, si nos afecta a nosotras también lo hará a ti".

Hago puchero.

—Ya lo sé, no sean groseros.

Salgo de la ducha y me quito la ropa empapada. Antes de que me dé frío, agarro el toallón secándome rápido. Me cubro con este, al salir del baño, para buscar otra vestimenta para dormir. Aunque me quedo quieto cuando visualizo a Emmet recostado sobre mi cama, mirando mi celular.

—¿No tienes mejores cosas que hacer que entrar a mi cuarto? —Hago puchero —Encima por la ventana.

—De hecho, llevo años sin venir, aunque debo admitir también que hace rato estaba en la habitación, pero ni cuenta te diste —Gira su vista a observarme con esa mirada seria, sin expresión —. Pude haber entrado a la bañera contigo, pero fui todo un caballero y me quedé aquí.

Sonrío.

—Y preferiste, revisar mis cosas.

—Solo borraba el número de Max de tus contactos —Apoya el móvil en el colchón y se levanta de la cama —. Aunque si sabía que me regalarías esta vista así de fácil, hubiera ido directo a la ducha.

—¿Qué vista? —Ruedo los ojos —Tengo un toallón.

—Así le quitas todo lo erótico a la situación —Se ríe.

—Si quieres ver películas porno, vete a un motel, aquí no hay.

"Exacto, que se large".

—¿Y me acompañas? —Pasa la mano por su cabello oscuro.

—No, yo duermo, gracias.

—¿Puedo verte dormir?

—No, vete a buscar a Blake y no molestes ¿Dónde quedó tu venganza? Que poco amor me tienes —me burlo.

—Lo encontraré y destruiré —expresa determinado —no tengo dudas —Avanza hasta mí y retrocedo —y con respecto a mi amor ti, hay muchas formas de demostrarlo —Me agarra de la cintura —. Que enorme toallón —opina.

—Es que soy muy pequeño, pero te puedo electrocutar.

"Ya te estás tardando".