Llegamos a un living, la sala es enorme, tiene una chimenea rústica, una televisión último modelo, una bonita alfombra roja y más cuadros de dónde observar. Digamos que la decoración es bastante pintoresca. Camino hasta el centro del lugar y Emmet se acerca hasta mí con una piedra violeta, la cual me entrega.
—Blake puso algunos componentes aquí, pero también energía, tú puedes controlarla, lo sabés.
—Sí, pero no la que quiero —miro la piedra en mi mano —no puedo con estas, no es negativa ni mía.
—No eres un restaurador, no creas energía sino que la destruyes, pero eso no significa que no puedas.
—¿Cómo? —digo emocionado.
Camina alrededor de mí, lentamente, observándome, sin quitar la vista de mí. Eso me inquieta un poco, siento que me está acechando. Apoya sus manos sobre mis hombros, poniéndose detrás de mí y me sobresalto.
—Solo debes... —susurra en mi oído —concentrarte, tú toma el control de la situación y luego ya saldrá natural.
—No sé cómo hacer eso —me sonrojo, está muy cerca.
—Manten a la magia negra controlada, hazlo como cuando le envías mala suerte a los demás, las voces tienen que aprender quién es el jefe ¿No dijiste que el mundo está a tus pies? Pues las voces también deberían estarlo.
—Tienes razón —presiono la piedra en mi mano concentrado.
"No lo oigas".
"Somos uno".
"¡Oye, espera ahí!"
"No confíes en él".
Reacciono cuando siento los dedos de Emmet en mi cuello.
—¿Qué haces? —pregunto confundido.
—Concentrate —me recuerda.
—¡Sí! —grito animado.
"Mejor presta atención a lo que hace, da mala espina".
—No te muevas —aclara.
Hay una extraña sensación en el ambiente, su voz parece dar una orden, como la magia. Me siento raro, me concentro en lo que hago, pero me nubla un poco la situación. De repente me sonrojo, cuando me doy cuenta que acaba de lamer mi cuello.
¿Qué ocurre? No puedo moverme.
"Suelta la piedra, maldita seas".
"Déjanos actuar".
"¡O quitalo tú!"
"¿Quién se cree que es para tomar lo que nos pertenece?"
"Ni un vampiro se meterá entre nosotros".
¿Qué? ¿De qué hablan?
Siento un dolor punzante en el cuello y de repente veo caer sangre sobre la alfombra, que ni el rojo de esta es capaz de ocultar. Mis ojos se abren en grande y me quedo más paralizado que antes.
"¡Reacciona!"
Forcejeo y me siento mareado.
—¡Suelta! —grito sonrojado —¡Ay! —chillo y cierro los ojos.
«Concéntrate» me digo a mí mismo en mi cabeza.
"¿Qué estás haciendo?"
Frunzo el ceño y abro los ojos.
—No las necesito —emano electricidad y Emmet sale disparado hacia atrás, me giro a mirarlo molesto —. No sé si agradecerte o golpearte —muevo la mano y las lámparas del techo caen directamente hacia él.
Rápidamente las esquiva y se relame los labios.
—Te dije que me lo cobraría —habla serio.
—Y yo dije que me soltarás —entrecierro los ojos y los cuadros se rompen —No te metas conmigo —las puntas destruidas, van en dirección al vampiro y se clavan en su cuerpo —. No me quieres conocer enojado —camino hasta él, que se encuentra agachado y adolorido.
—No te enfades, solo fueron unas gotas —se levanta del suelo y se saca la madera clavada en la yugular.
Veo como se cura como si nada le hubiera pasado.
—Ya me voy —digo molesto y lo esquivo yendo en dirección a la puerta de salida.
—Te olvidas esto —agarra mi mano y pone la bolsa de piedritas —. Tómalo como disculpa.
Me sonrojo ¿Qué le pasa? Está loco, o quizás los vampiros ya son dementes. Sí, eso debe ser.
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Es Nyx #3
ParanormalÉl es ella, la oscuridad de la noche. ¿Escuchas las voces? Él las oyó detenidamente. Esperó paciente a que aquellas personas mínimo se disculparán, pero no sucedió, así que él decidió escucharlas a ellas, cuando no quedaba ni una pizca más de esper...