Es Nyx #3

21. No puedes encontrarlo

Entro al vestuario indicado y solo veo casilleros. Totalmente para desconfiar. Genial, esto es parte de mí ¿Qué mejor forma de conocerse que estando alerta?

Sonrío.

—Sal de dónde estés.

—No deseo que un ser sobrenatural me asesine, gracias —oigo el sonido de una ballesta y salto esquivando la flecha —. Eres rápida nena, pero no te preocupes, te enviaré a dónde perteneces muy pronto —vuelve a intentar dispararme, pero lo evito nuevamente.

—¿Se te acabaron las flechas cazador? —me burlo —¿Seguro que con eso puedes matarme? —avanzo mientras se mantiene oculto —Sal de dónde estés, cobarde.

—Se llama estrategia —aparece detrás de mí y me agarra del cuello —. Dime nena, ¿Qué clase de monstruo eres? ¿Por qué mi detector no te registró?

Me río.

—Porque soy única —lo giro y cae de espalda —¡Ups! Eso debió doler —me burlo.

—Esto te dolerá a ti —expresa con confianza agarrando mi pie y tirándome al suelo —. Ahora quién es único ¿eh? —apoya un cuchillo en mi cuello.

Se forma un silencio mientras sonrío mirando al castaño, él se queda tildado observando mi expresión.

—¿Y? Estoy esperando —exijo.

—Una bella nena, entrando al vestuario de hombres, es evidente que se trata de un ser sobrenatural, pero no se notan sus intenciones —entrecierra los ojos —¿A qué has venido? —pregunta seriamente.

—Blake Razieli —borro mi sonrisa —necesito encontrarlo.

Se ríe.

—Nena, tú estás loca, ese tipo no es recomendable para nadie.

—¿Acaso tú no trabajas para él? —vuelvo a sonreír demostrando confianza.

—Sí y no, cosas del destino me hicieron hacerle algunos trabajos, pero en sí no le deseo a nadie estar cerca de ese tipo, ni a mis peores enemigos —me mira de arriba abajo —. Aunque he de admitir que tranquilamente me cambio de bando viendo esto.

—Los mirones me fastidian ¡Pum! —lo toco con un dedo y sale volando de encima de mí, entonces cae al suelo y me río —Eso fue divertido —doy un salto levantándome del suelo, camino y apoyo un zapato en su torso, ya que solo está en pantalón, ni le di tiempo de cambiarse al parecer —. Dime dónde encontrarlo y prometo no hacerte sufrir demasiado —expreso de una manera macabra.

—Es agresiva la nena —ríe —pero te diré, ya que me agradaste, no puedes encontrarlo él te encuentra a ti.