Es Nyx #3

50. Odio a las brujas

Voy en dirección de regreso a la casa y veo a Darren furioso, caminando hacia mí. Aunque con esos pies de niña pequeña, no llega más. Ahora entiendo porque se queja de mi altura en mi forma de mujer.

—¿Dónde está Jovan? —repite por tercera vez en la noche.

—Creí que eras la perfección y ya lo habías encontrado, me decepcionas Darren —me burlo.

—¡¡Tú decepcionas!! —grita Aradia llorando —¡¡Devuélveme a Jovan o te tiraré un hechizo!!

Bufo.

—Cómo odio a las brujas.

"Opinamos igual".

—Hey, no te metas con Aradia —Se enfada el restaurador.

—Ay que linda la amistad, que bueno que no la necesito —Chasqueo los dedos y el poste de luz explota, terminan por moverse antes de que los vidrios les caigan encima y me río —. Deberían tener más cuidado con quién se juntan, soy mala influencia —Revoloteo mis largas pestañas de mujer.

—Oh postrecito, por favor, no hagas esas cosas —Llega Ace por el mismo camino que vine.

—¡¿Y tú dónde estabas?! —se queja Darren —Ven y ponle los puntos al insensato este.

—¿Yo? Estaba tranquilo viendo la hermoso luna.

Más mentiroso que yo no podía ser y eso es decir mucho, soy un experto en ese campo.

—Ace —Sigue llorando la bruja —¡Se llevó a Jovan, dile algo! —Me señala.

—Postrecito, ¿Te robaste a Caramelo? Tiene sentido, es muy dulce —opina el adivino —y yo pensando que te gustaba el chocolate, otra vez me equivoque en mi prediccion.

—Si Ace está tranquilo, yo debería estar tranquilo también ¿no? —Se lo piensa Darren.

—Yo no dije nada —Se ríe.

—Bueno, entonces ¿Dónde está Jovan? —repite.

—No lo sé —respondo sin que me afecte —¿Por qué no le preguntas a otro? —Giro mi vista hacia Max que me sigue desde que fui al bosque —¿Tú sabes dónde está Jovan?

El castaño se ríe.

—Ni idea, y si lo supiera no te lo diría, porque no valoras mi amistad —Hace puchero.

—Bueno, entonces se acabaron las posibilidades, Jovan se ha ido para siempre, eso les pasa por meterse con la noche —Hago una imitación de Darren, moviendo mi pelo para burlarme.

—¡¡No te perdonaré!! —grita Aradia mientras sigue llorando y levanta la mano —"Viento, trueno, con esto te condeno" —conjura un hechizo.

Una ventisca comienza a soplar y las voces lo reiteran por mí.

"Cómo odiamos a las brujas".