17. Trato con la bruja

917 157 46
                                    

Adentro de la casa, todavía es más tétrico y silencioso. Todo es tan viejo ¿Dónde está su familia? Recuerdo otra vez los cortes en su muñeca. El antiguo Rein seguiría preocupado, el actual quiere aprovecharse de la situación.

—Sal de dónde estés Eris, vamos a jugar —avanzo a la siguiente habitación —. Déjame demostrarte que se siente que por tu culpa tuve que quedarme fuera de mi casa y encima preocupar a mi hermano, me acuerdo muy bien —araño la pared mientras camino.

—"De la elevación a la expulsión, se deshace de la intromisión" —. Un hechizo.

Mierda.

Esquivo el mueble que viene hacia mí, pero no hago un gesto de victoria, ya que más objetos flotantes vienen a expulsarme de la casa, como dice el mismo embrujo.

Visualizo la cabellera blanca de Eris, ella se corta un cabello y dice otro conjuro.

—"Impoluto" —levanta la mano.

Me detengo viendo imágenes de mi mismo, lo más amable y puro que pude haber sido alguna vez, lo que me distrae y el mueble cae sobre mí.

Me río.

—¿Qué intentas? —no logro sacarme de encima el objeto.

—Nada, ya te lo dije, esto es irreversible, tu condición es definitiva, aunque claro me haya equivocado, con solo verte me doy cuenta que no te has convertido en lo que se supone que es el hechizo del restaurador.

Me río.

—¿Ahora vas a disculparte? Te diré lo que realmente me has contado, ¡Es tarde! —electricidad oscura sale del tatuaje de araña, que ha crecido desde que acepte la magia negra y el mueble sale disparado, me levanto rápidamente, entonces la empujo contra la pared, agarrándola desde el cuello —. No era mi destino convertirme en esto, yo era una buena persona, cometiste un error, pero ya no importa, ahora esto me gusta demasiado, es mi naturaleza.

Intenta zafarse pero le es imposible.

—Lo sé, pero ya no puedo hacer nada, lo siento —se disculpa asustada.

—No existen segundas oportunidades, te encerraré, para que sientas lo que yo sentí.

—¡Espera! —forcejea —No te atrevas o no podrás salvar a tu hermano, no de ti mismo.

Frunzo el ceño.

—¿Qué quieres decir?

—No puedes controlarlo, la mala suerte está en ti, pero los de tu alrededor siempre serán afectados, lo sabés, así recolectas energía para ellas.

Aflojo el agarre en su cuello.

—Te estoy escuchando.

—Te ofrezco un trato —expresa decidida la bruja —. Te digo quién puede enseñarte a controlarlo y me dejas ir.

Entrecierro los ojos.

—Habla —exijo.

—Es —traga saliva y repite nerviosa —es Blake Razieli.

Es Nyx #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora