30. Tú, mi chocolate

944 158 67
                                    

Días después, miro en el espejo la gasa que me puse en el cuello. Esto no se cura más, que horror. Pongo una cinta nueva y cuando me doy vuelta, me sobresalto.

—¿Qué hace tú aquí? —miro sorprendido a Emmet que está sentado en mi cama con la bolsa de las piedritas, contándolas como si nada —¿Cómo entraste?

—Por la ventana —dice sin expresión y apoya la bolsa sobre el colchón para levantarse luego —. Tengo un problema —camina hasta mí y retrocedo.

—¿Qué? ¿Cuál? —mi espalda choca contra el espejo —Auch —me quejo.

Eso me pasa por distraído.

Apoya la mano a un costado de mi cabeza y me sobresalto, se acerca a mi rostro.

—No he podido dejar de pensar en ti.

"Genial, otro como Max".

"Otro que hay que matar".

Sonrío.

—Lo siento, no estoy interesado, mi único amor es la comida.

—Hueles bien —se acerca a mi cuello ignorando mi respuesta.

—¡Oye, espera! —le grito alarmado.

—¿Qué?

No puedo usar mi poder, mi hermano podría oír algo y descubrirme. Usemos mi pregunta ingeniosa.

—¿Eres comida?

Se forma un silencio y de repente sonríe, dejándome paralizado.

—Sí, sí lo soy —se acerca a mi oído y se me eriza la piel —. Soy un chocolate.

¡Eso es trampa, me gusta el chocolate!

Me sonrojo.

—Me... mentiroso —trago saliva y aumento la voz —¡Eres un mentiroso!

Su semblante vuelve a estar serio y me mira fijamente a los ojos.

—Te van a oír —observa hacia la puerta.

—¿Rein? —escucho a mi hermano —¿Por qué gritas? ¿Pasó algo?

Emmet pone un dedo en su boca y hace un gesto de silencio.

—Sh.

Me sobresalto otra vez ¡Tramposo! Lo mato, esta vez sí hay que matarlo.

"¡Venganza!"

"¡Se aprovecha de tu debilidad, venganza!"

Es Nyx #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora