42. Celos desbordados

853 147 76
                                    

De repente siento a alguien respirando en mi nuca y que luego me abraza por detrás, sus brazos me rodean, entonces se acerca a mi oreja.

—Me ignoraste, postrecito —susurra en mi oído y se me eriza la piel —. Deja de maldecir a la florecita y préstame atención a mí.

Me sonrojo.

—¡Hey! ¡¿Dónde estás tocando?!

—Le cortaré la garganta a un adivino —el tono de Emmet suena fríamente.

—Tiene razón —acota Darren —yo no le toque ni un pelo, y tú ya te le estás apoyando.

—Es que tú ya no puedes opinar, estás emparejado —aclara Ace —y hablando de patitos —observa que se acerca Seyn con una botella en la mano —. Que encantador gesto —dice cuando se la da a Darren.

—Ya puedes ir soltándolo ¿No te parece? —expresa Max frunciendo el ceño —¿Y tú por qué no haces nada? —me recrimina.

—Porque estoy pensando cómo vengarme —le aclaro.

—No mientas, está calentito —exclama el adivino en mi oreja y nuevamente se me eriza la piel.

—Sí, cierto, tenía frío —admito —pero también porque hay mucha energía negativa, a ninguno de los presentes le gusta que me abraces, con excepción de Seyn claro —Lo señalo —a él le da igual.

El rubio se lo piensa y reacciona.

—¡¡Mariposa!! —se queja —¡¡No te puede molestar eso!!

Darren hace puchero.

—Es que estoy indignado, yo siempre quise probar ese manjar, entonces viene este y lo abraza —Levanta el puño —¡La injusticia no tiene límites!

—Es muy intensa esta energía, voy a comer más —digo feliz.

"Sí, queremos más".

—Postrecito, ¿Qué planeas? —pregunta Ace aún sosteniéndome.

—¿No deberías saberlo? —miro hacia arriba para obsevarlo, ya que soy un enano y apoyo mis manos en los brazos que me rodean —Señor adivino.

Emmet camina hasta nosotros y sin esperar más, me agarra de la muñeca. Pero hay un problema, se preguntarán cuál. Hora de hacer magia negra.

—¡Pum! —exclamo para que mi poder se active con algo de gracia, aunque realmente no sea necesario.

La botella que Darren tiene se cae, entonces el intenta agarrarla y segundo después se tropieza sobre Emmet.

—¡¡Mariposa!! —grita Seyn furioso y todos esos celos desbordados se convierten en energía para nosotros.

"O sea mua"

"O sea you"

"O sea this"

"Nosotras"

—¡Ya me voy! —grito y le doy electricidad a las manos de Ace, así poder salir corriendo —¡Dame la chaqueta! —le ordeno a Max.

—¡Sí, señor! —expresa el castaño alegre para quitársela y acto seguido dármela.

—¡Yey, tenía frío, ahora ya no, adiós querido súbdito! —Huyo de allí.

—¡Hey, espérame!

—Espera un segundo —reacciona Emmet.

No gracias, ya tuve suficiente, yo me largo. Ya me cansé de tanta atención que encima no llega a ningún lado. Mejor dénsela a Darren Wein y a mí déjenme en paz. Prefiero la soledad, es perfecta para pensar maldades.

Es Nyx #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora