Se me hace tarde de tanto pensar en qué hacer, vuelvo a casa y observo por la ventana que mi hermano ha regresado.
Me siento tan avergonzado, ya no puedo enfrentarlo, viviré a la intemperie ¡Literal! Ahora ya no veré esas pelis y no comeré nunca más.
¡No puedo quedarme sin comer nunca más!
Las horas pasan y oigo a mi hermano como habla por teléfono, preguntando por mí.
—¿No los has visto? —sigue hablando y se oye su tono preocupado —No, la policía me dijo que tengo que esperar 48 horas, dicen que es normal que los adolescentes se vayan ¡¿A dónde iría Rein?! ¡Están locos! —se queja —No tiene amigos para buscarlo en sus casas —continua con otra llamada —. El vecino dió la vuelta con su camioneta pero no vió nada, estoy esperando a ver qué me dice Javier —nombra a uno de sus amigos, el cual también salió a buscarme.
Sigue llamando y yo continúo escuchando ¿Qué puedo hacer? Me siento culpable, pero sigo sin poder mover un dedo.
Subo la vista y veo una mariposa, me levanto ya que por una extraña razón siento la necesidad de seguirla, pero luego me detengo, la araña está en el suelo. Segundo después, reacciono y vuelvo a perseguir a la insecto de colores alegres.
Freno mi camino en frente de un lugar de ancianos, para ser más exacto, un geriátrico. La puerta está abierta y hay luz. La mariposa desaparece cuando se adentra allí. Cruzo y veo que a una señora mayor se le cae el bastón. Corro en su auxilio y se lo alcanzo.
—Gracias, pastelito —me agradece la mujer.
—Que hambre me dió ese mote —digo para mí mismo y ella me alcanza un plato de su sopa.
—¡Oh gracias! —digo emocionado.
—Ven, siéntate con nosotros —me dice y avanza hacia la mesa junto con los otros ancianos que comen.
Voy con ella y repito.
—Gracias —miro el lugar —¿Dónde está la enfermera?
—Nos abandonó —dice un señor mayor —. Hace días que nadie viene aquí, nos alegra tener visitas —me sonríe y todos asienten —. Si quieres puedes quedarte, te ves pérdida, pequeña.
Que amable. Sonrío pero borro mi rostro alegre cuando observo el techo. La araña está allí y está enojada. Por extraño que parezca, creo que está enfadada porque seguí a la mariposa.
ESTÁS LEYENDO
Es Nyx #3
ParanormalÉl es ella, la oscuridad de la noche. ¿Escuchas las voces? Él las oyó detenidamente. Esperó paciente a que aquellas personas mínimo se disculparán, pero no sucedió, así que él decidió escucharlas a ellas, cuando no quedaba ni una pizca más de esper...