NARRA POCHÉ
-Calleeee no te puedo decir-Dije y ella seguía haciéndome cosquillas, e hicimos un mal movimiento y caímos en la cama, yo estaba encima de ella recargando la fuerza de mi cuerpo en mis manos, inevitablemente centré mi mirada en sus carnosos labios, los quería probar, se bien suaves y delicados. Ella se mostraba un poco nerviosa, y me gustaba ponerla así.
-¿Por qué no me puedes decir quién es?-Preguntó en un susurro.
-Déjame comprobar algo y luego te digo quien es esa personita.
-Okey-Dijo mientras intentaba zafarse de mi agarre, fue allí cuando puse mi mano en su mejilla y la atraje hacia mí, y la bese, todo dentro de mí estaba revoloteando, pero fue hasta el momento en el que me correspondió el beso que toda yo explotó de la emoción, ella me hacía sentir demasiadas cosas.
-¿Todavía necesitas saber quién me gusta? No, mejor dicho, de quién estoy enamorada-Y ahora fue ella quien me besó, pero esta vez era más intenso, mi lengua pidió paso para adentrarse en su boca y ella no me lo negó, nuestras lenguas danzaban de manera sincronizada, como si hubiesen sido creadas para encajar perfectamente, mis manos estaban en las mejillas de Calle, mientras que ella me tenía abrazada por la cintura.
NARRA CALLE
Después del primer beso, me fue imposible negarme a mí misma que me gustaba Poché, pero lo mejor es que ella gustaba de mí.
-¿Todavía necesitas saber quién me gusta? No, mejor dicho, de quién estoy enamorada-Fui yo quien la besé esta vez, no estaría nada mal acostumbrarme al sabor de sus labios, eran perfectos, al igual que toda ella.
-Tú también me gustas-Lo dije sin pensarlo, pero era la verdad, nuestros labios estaban tan cerca que sentí como se le dibujó una sonrisa en su boca, y antes de separarnos del todo hale levemente de su labio inferior.
Luego de esto, ella se tumbó a mi lado y pasó uno de sus brazos por encima de mi cintura, nos quedamos en silencio hasta que sentí que me miraba fijamente y volteé a mirarla y sí, me estaba mirando mientras me sonreía.
-¿Te imaginas tú y yo de novias?-Me preguntó y no pude evitar sentirme nerviosa por esa pregunta.
-No sé cómo sería, pero sería muy bonito.
-Sería hermoso y perfecto. Te quiero Daniela.
-Yo te quiero a ti Poché.
Después de eso nos quedamos en un cómodo silencio, ninguna decía nada, y yo como tonta estaba esperando a que ella me pidiera ser su novia, pero hasta el momento no lo había hecho, y tal vez tenía motivos, por ejemplo, sería algo muy apresurado sabiendo que apenas supo que nos gustamos mutuamente.
El resto de la tarde la pasamos recostadas en su cama, Poché estaba abrazada a mí, y de vez en cuando besaba mi mandíbula, cuando ya estaba cayendo la noche le dije que ya me tenía que ir, obvio no era verdad, pero me daba pena estar tanto tiempo en su casa.
-No te vayas, quédate conmigo, porfis-Dijo haciendo un puchero de esos a los que te es imposible negarte.
-Poché, enserio, mira que ya está tarde, debo irme, no me gusta conducir de noche-Dije excusándome.
-Pues quédate a dormir-Eso me tomó por sorpresa, aunque no sería mala idea, porque estaría sola en casa y me sentiría vacía.
-Está bien, pero con una condición.
-¿Cuál?-Dijo haciendo una expresión pícara.
-Dame comida porque me estoy muriendo de hambre.
-Yo te calmo el hambre de otra forma-Dijo atrapando nuevamente mis labios, mientras que yo me sonrojaba, ella lo notó y soltó una risita.
-Pediré pizza, ¿Te parece?-Asentí y ella se levantó para llamar.
Pensaba que todo esto era un sueño, que tanta perfección no podía existir, pero ahí estaba ella, siendo tan hermosa, siendo tan Poché, hasta sus imperfecciones se veían perfectas, eso era lo que tanto me encantaba. Estaba perdida en mis pensamientos, y pues sí, todos mis pensamientos giraban alrededor de Maria José, sentí unos brazos rodear mi cintura y una cabeza apoyarse en mi hombro, me giré para quedar frente a ella y corresponder su abrazo, pero mis brazos estaban por encima de sus hombros.
-Eres hermosa-Dije de manera inconsciente, y esto provocó que ella se sonrojara y se escondiera en mi pecho, esta acción me pareció demasiado tierna, y me gustaba saber que yo tenía el poder de ponerla así.
-Tú también lo eres, quiero tenerte en mi lado por mucho más tiempo, si es que no es por el resto de mi vida-Y otra vez estaba yo aquí impactada por sus comentarios, en parte se me subió todo, porque eso era lo que yo quería en este momento, pero por otro lado se me hizo un nudo en el estómago sabiendo que no éramos nada y que en cualquier momento todo esto podría dejar de pasar y volver a ser las desconocidas de antes.
Cuando logré reaccionar le respondí- ¿Sabes?, eso también es lo que yo quiero, el problema es que estás a mi lado y ni siquiera te tengo, podemos estar en este instante besándonos y abrazarnos, y mañana simplemente podríamos estar en brazos de otra persona, porque al fin y al cabo no somos nada, además de que creo que no estamos listas para hacer "esto" que tenemos público, o al menos yo. No sabemos si esto va a ser real o si sólo estamos confundidas.
NARRA POCHÉ
Sus palabras habían sido como un baldado de agua fría, no, fría es poco, como agua congelada, yo no tenía miedo de nada a su lado, estaba dispuesta a pasar todo el tiempo que la vida me permitiera junto con ella, pero al parecer no era correspondida con la misma intensidad, yo si quería tener algo con ella, quería que mis brazos fueran solo suyos y los de ella que fueran solo míos, porque ella significa demasiado para mí, y esto yo no lo veía como una confusión, pero bueno, al parecer no estamos destinadas a estar untas, y en caso de que sí, pues el destino nos uniría, yo estaba dispuesta a esperar a que ella aclarara su mente, pero si no supiera lo que quiere, no me habría correspondido ni lo besos, ni mucho menos las palabras.
Estaba demasiado frustrada, quería estar un rato a solas aunque minutos antes le había dicho que se quedara. Así que le iba a dejar el dinero del pedido para que comiera mientras yo me despejaba un rato.
-El pedido no tarda en llegar, toma el dinero para que le pagues, y déjale el cambio. Yo más tarde vendré.
-¿A dónde vas?-Preguntó, la ignoré y crucé el umbral de la puerta, busqué mi celular y las llaves del auto en la planta baja, cuando por fin las encontré, salí de la casa dando un portazo, me subí a mi coche y rápidamente arranqué, iría al lugar al que siempre voy cuando estoy triste, al bosque que queda cerca de la playa, por suerte quedaba lejos de casa y así me tardaría más en volver.
Mi celular empezó a sonar repetidas veces, al principio sólo eran cortas vibraciones de mensajes de WhatsApp, luego era el timbre de las llamadas, entonces lo puse en modo avión y me senté en la roca de siempre, busqué en mi galería de música y lo puse en reproducción aleatoria, no pensaba en nada más que en lo estúpida que fui al pensar que Daniela sentía lo mismo que yo, aparte de que tiré todo a la basura, lo más seguro es que perdí también su amistad. Cuando miré mi celular, vi que ya eran las 12.04 de la madrugada, me paré y volví a casa, cuando entré me encontré con las dos personas que menos quería ver en este momento.
☾@SOMEONE1912☽
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Ella... Y Tal Vez Un Nosotras ~CACHÉ |Terminada|
RomanceCalle y Poché... Ellas, dos personas totalmente diferentes, no coincidían en nada, tampoco se conocían. Calle, una chica no muy popular, pero tampoco la pasaban de alto, ella, alguien demasiado inteligente, amigable y una excelente persona. Poché e...